Y entonces… ¿Qué leen los arquitectos, que no interesa a Sejima?
21 de noviembre de 2008

La arquitecta nipona lanza una evidente crítica corporativa en la entrevista que recientemente le ha hecho Anatxu Zabalbeascoa para El País [+]. La entrevista explora, muy al modo Scalae, los principios de la arquitecto y su manera, en el aspecto más vital en este caso, de trabajar.

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Entonces, ¿de dónde le venía el interés? Cuando era pequeña, debía de tener ocho años, mis padres decidieron hacerse una casa. Y compraron revistas para buscar ideas. Por casualidad un día vi una que mostraba una fotografía de la casa de Kiyonari Kikutake, un arquitecto metabolista, el maestro del que luego sería mi maestro, Toyo Ito. Yo no tenía ni idea de que la casa era famosa, pero me sorprendió y me fascinó. Tanto, que me involucré mucho en la construcción de nuestra casa.
¿Con ocho años? Sí. Empecé a proponerles a mis padres que hicieran la fachada así o asá, la distribución, los materiales. Hice montones de dibujos.

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¿Cuántas horas trabaja? Normalmente empiezo a las diez, a menos que esté muy cansada. Y acabo sobre las dos o las tres.

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Usted parece una mujer muy cerebral y a la vez muy mundana. Una vez declaró que no leía libros, sólo revistas. ¿Es cierto? [Carcajada]. ¡Qué peligro tiene lo que dices por ahí! Me gusta leer, pero no los asuntos sesudos que leen los arquitectos.
¿No le interesa la teoría? No mucho. Pero no leer lo suficiente es mi complejo. Mis padres leían mucho. Mi casa estaba forrada de libros. Y para mí era agobiante. Reaccioné. Busqué otras cosas.

Autoría de la imagen: Caterina Barjau
Ciudad: Barcelona
País: España
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