En 1975 se demolía el Frontón Recoletos, de Secundino Zuazo y Eduardo Torroja, para construir posteriormente primero un hotel y luego un bingo. En la calle Marqués de Riscal número 7-9, el frontón Beti-Jai (en euskera “siempre fiesta”) agonizaba abandonado en pleno chamberí.
El edificio, que siempre ha sido de propiedad privada, fue proyectado por Joaquín Rucoba (que más tarde se haría cargo del Ayuntamiento de Bilbao) y promovido por el empresario José Arana, se había inaugurado en 1894 y funcionó como frontón hasta 1918. Fueron sus años de esplendor.
Consta de un cuerpo que cierra la fachada a la calle Marqués de Riscal que actúa como pared de fondo. La medianera oeste del edificio forma la otra pared de juego. Envolviendo este campo, Rucoba dispuso un curioso edificio curvo, que de un modo elegante y sutil envuelve el terreno de juego y se cubre con una marquesina a un agua. Este cuerpo forma una galería de cuatro pisos que se cubre con un forjado unidireccional con unas vueltas de ladrillo revestidas con cerámica de forma irregular que se van abriendo conforme el edificio se curva. La galería tiene un frente formado por columnas de hierro fundido.
Actualmente, la galería está tapiada. El terreno de juego tiene las huellas de antiguas edificaciones, y hay malas hierbas por todo el solar. Esta situación es producto de una vida azarosa que lo llevó de ser la fábrica Studebaker española a convertirse en cárcel durante la guerra civil, pasando por fábrica de escayolas hasta su abandono.
Desde el año 1975 se vienen haciendo campañas para su catalogación. En 1977 fue declarado Monumento Nacional. En 2005 se presentó un anteproyecto de Rafael Moneo para su conversión en hotel. El proyecto pretendía demoler gran parte del edificio.
En 2008 se constituye la plataforma “salvemos en Beti-Jai”, vehiculada a través de un blog, con el objetivo de difundir el edificio, recoger firmas para su salvación y promover su rehabilitación y su uso público como edificio bien deportivo bien cultural, respetando su integridad.
Actualmente dicha plataforma sigue casi a diario la evolución del edificio, y ha conseguido incoarlo su expediente como Bien de Interés Cultural, lo que le otorgaría el mismo grado de protección que la catedral de Burgos, por ejemplo.
La plataforma sigue su lucha mientras reclama nuevas adhesiones para conseguir, por fin, la reutilización del edificio.
Ciudad: Madrid
Agentes: Plataforma salvemos el Beti-Jai
Edificios: Frontón Beti-Jai
Edificios: Frontón Recoletos de Madrid
Autoría de la imagen: Plataforma salvemos el Beti-Jai