El arquitecto y pintor es uno de los cincuenta creadores españoles seleccionados en la Bienal de Venecia
Los Teatros del Canal, nueva sede de las artes escénicas de la Comunidad de Madrid, diseñados por el arquitecto y pintor santanderino Juan Navarro Baldeweg, se inaugurarán el próximo 23 de septiembre en una ceremonia durante la que Nacho Cano adelantará la música de su nuevo espectáculo ‘A’, dedicado al agua, el oxígeno y el medio ambiente. El artista cántabro es uno de los creadores españoles que participan en la Bienal de Arquitectura de Venecia, la cual muestra el trabajo de medio centenar de arquitectos con proyectos realizados o virtuales.
El proyecto de Madrid combina dos salas de representación (la frontal y la configurable) y un centro coreográfico, todo ello con una superficie construida total de 35.520 metros cuadrados, sobre una parcela de 8.700 metros cuadrados. La mayor de las salas es el teatro frontal, con un aforo de 900 butacas dispuestas en dos niveles, así como un foso para 80 profesores músicos. Respecto a la sala configurable, ésta permitirá aforos comprendidos entre los 400 y los 800 espectadores, en función de la disposición del graderío y del escenario. Ambas salas disponen de un foso escénico de 35 metros de altura para albergar toda la tramoya y maquinaria de las distintas representaciones y espectáculos que allí tengan lugar. El conjunto arquitectónico lo completa el centro de danza, dotado de 11 salas con alturas comprendidas entre los 5,20 y los 9 metros.
Las obras de este teatro comenzaron en 2002 con un presupuesto de 49,9 millones de euros y un plazo de ejecución de 23 meses, por lo que deberían haber estado terminadas en 2004 y su coste cerrado es de 72 millones de euros.
Este aumento del presupuesto y el retraso en la construcción de debe a que tuvieron que realizar una modificación por algunos cambios normativos e indefiniciones del propio proyecto, que obligaron a aumentar el coste en un 22% y a alargar el plazo de ejecución de las obras, según el Canal. Ante la indefinición tanto del presupuesto como del plazo, el Gobierno de Esperanza Aguirre decidió en octubre rescindir el contrato con el estudio de arquitectura de Navarro Baldeweg. El Gobierno sostenía que el edificio en construcción tenía «importantes defectos, carencias e imprevisiones».
En defensa de su obra, más de un centenar de compañeros de profesión y personalidades del mundo de la cultura firmaron un manifiesto de apoyo al arquitecto. En diciembre, el Gobierno de Madrid dio marcha atrás y accedió a la continuidad del arquitecto si concretaba plazo y presupuesto. Una vez concretados ambos extremos, el Consejo de Administración del Canal de Isabel II aprobó el proyecto modificado con el presupuesto final de los 72 millones de euros.
Ref.
Ayuntamiento de Madrid [www.munimadrid.es]
Fuente: Centro de Enlace AE, BCN