22 de marzo de 2012

Principios y procesos de una situación plural
Sobre los días en que todo se mezcla y arquitectura, política, utopía, indivíduo y fútbol, con algo de Murakami, nos llevan a la medianoche….

Se amontonan temas esta semana, así que quizás salga algo embarullado este texto que, por otra parte, escribimos agotando los minutos del miércoles, mientras en la radio se oyen los gritos y susurros de los comentaristas deportivos. 

El ambiente, como ocurre en el deporte, parece electrificado, pleno de acciones aquí y allá que intentan aportar sentido y lógica a lo que ocurre, a lo que nos ocurre, con las miradas apuntando en todas las direcciones. Oriol Bohigas, por ejemplo, en esa lucidez e independencia que caracteriza sus declaraciones desde hace ya un tiempo, aprovechaba una atrevida entrevista en El País con Anatxu Zabalbeascoa para razonar mediante metáforas conyugales sobre cuestiones que, dependiendo del lado del campo de juego, son precisas o todo lo contrario: hablaba sobre estructura territorial, sobre la relación entre Catalunya y España por una parte y sobre el secuestro de la política a manos de la economía. Dos cuestiones que nos afectan: estructura nacional y política necesaria, de las que será necesario y oportuno saber, escuchar y reclamar.

De un modo algo nostálgico pero, qué caray, hermoso, Julio Malo de Molina ponía en antecedentes en La Voz Digital hace escasamente unos días a quienes éramos niños, o ni tan siquiera habían nacido, en mayo de 1968 sobre un modo de entender la cadena de ilusiones y desilusiones de las utopías del siglo XX. De nuevo una reclamación para el renacimiento de formas políticas regeneradas, de un modo de relación colectivo de personas para personas. Y, por cerrar este extraño triángulo abstracto, desde el vértice profesional -y vital- Juan Herreros nos regalaba en "El Cultural" un elaborado texto en el que reivindica los valores de los individuos, uno a uno y los de las (muchas) posibles combinaciones, por ejemplo dos a dos: Mansilla+Tuñon, es el caso. Un asunto este último que, leido de atrás hacia adelante, destapa una pregunta también necesaria sobre autorías y autores y que -en el fondo- reinvindica los nombres de tantos arquitectos ocultos detrás de nombres titulares de estudios profesionales. Joan Roig, en su antaño sutil podcast, lo resumía: "a mi que me den un primero, que yo prefiero pasar por segundo"

Y claro, la mezcla de estos tres asuntos, en miércoles como digo algo revuelto y de tensión arterial por las nubes, se amontonan la necesidad de saber donde estás con el recuerdo de lo que pudo ser y con la pregunta por lo que te identifica, a cada uno de nosotros, como persona única.

Nos interesan los tres asuntos y, no sabemos ahora cómo, habremos de encontrar el modo de ir estirando de cada uno de sus hilos.

Pero ya se termina el tiempo de hoy y… ¡anda, si han echado a Mouriño!

¡Jo, jo! -soltó el Little People burlón en algún lugar 
¡Jo, jo! -Los otros seis Little People se rieron al unísono

 Palabras clave