El arquitecto barcelonés Ricardo Bofill se ha topado con la oposición vecinal a una de sus obras en la ciudad italiana de Salerno (al sur de Nápoles). En concreto se trata del edificio Crescent, ubicado en el frente marítimo; un gigantesco y enorme edificio en forma de media luna, de 50.000 metros cuadrados, 280 metros de longitud y 28,10 de altura, y que acogerá usos residenciales de lujo, y también comercios. Según las previsiones de las obras, se necesitarán uns 150.000 toneladas de hormigón.
Para la Plataforma opositora Nocrescent, el edificio (que fue encargado a Bofill en 2007) es una construcción "enorme, anacrónica y mal integrada en el paisaje del golfo de Salerno". Además, ya ha recibido apodos como El Pegote o El Monstruo. Y aunque las obras ya han comenzado, la Plataforma ha recogido miles de firmas en contra del proyecto, e incluso han llevado su denuncia a la Fiscalía de la República, en Roma. También en la capital, varios diputados del Parlamento han formulado preguntas respecto. Finalmente, la Superintendencia de Bienes Culturales de la Región de la Campania emitió en el año 2009 un informe negativo, en el que se hacían las siguientes recomendaciones: "mejorar la sostenibilidad paisajística" y "revisar la relación de la ciudad con el mar" plasmada en los planos del proyecto.
Nocrescent lucha también contra una forma concreta de entender el urbanismo y la arquitectura, basada en lo espectacular y lo economicista. Según ellos afirman: "Los urbanistas posmodernos utilizan las firmas célebres como tapadera para especular". El movimiento, además, ha conseguido el apoyo de diferentes personalidades y de intelectuales locales; entre los nombres que apoyan su causa destaca Gillo Dorfles, decano de Historia de la Arquitectura.
Web de Ricardo Bofill (no incluye el proyecto)
Web de Nocrescent
Ciudad: Salerno
Agentes: Ricardo Bofill
Edificios: El Crescent