La Nave Torroja, el antiguo edificio de la fábrica Boetticher en Madrid, abandonado desde hace años y degradado pese a su alto valor arquitectónico, ya tiene proyecto. Bajo el lema Banda ancha, el equipo de arquitectos que forman José María Churtichaga, Joaquín Lizasoain, Rolf Brülisauer y Mauro Doncel, con la colaboración de Ophelia Mantz, han ganado el concurso convocado por el Ayuntamiento y el COAM. Serán ellos los encargados de transformar la catedral de Villaverde en un Centro de Alta Tecnología.
La rehabilitación, que procurará respetar al máximo la estructura original de la nave, permitirá la acogida de exposiciones permanentes y, en un edificio anexo de nueva construcción, habrá otras actividades relacionadas con las nuevas tecnologías. El propósito del Ayuntamiento es que la antigua nave sea un centro que albergue demostraciones permanentes de nuevas tecnologías de la información y la comunicación, donde las empresas de hardware, software y conectividad muestren sus productos más novedosos, y donde se desarrollen congresos profesionales.
La nave está en desuso desde la declaración de quiebra de la empresa propietaria, en 1992.
Fuente: Revista Via Construcción, # 34, julio 2006, p. 8