El equipamiento, que el arquitecto brasileño está realizando en Asturias, se hace tangible al público estos días, unos meses antes de la inauguración oficial.
22 de agosto de 2010

La inauguración del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer  estaba prevista para la primavera pasada, después de que se pusiera la primera piedra en abril del 2007, y aunque la fecha no se ha cumplido, si se puede visitar este equipamiento cultural asturiano, que afronta ya la recta final.
 
La reordenación urbanística y regeneración económica que propone el Centro, que ya se ha convertido en el motor de la “Isla de la Innovación” y en el eje entorno al que se construirá el Avilés del futuro, transformará totalmente el margen de la ría ocupado actualmente por suelo industrial, pasando a ser el proyecto más ambicioso de la historia reciente de la ciudad, diseñado desde un urbanismo estratégico y dinamizador que lo convertirá en un potenciador de la Asturias del siglo XXI.
 
Es la única obra del arquitecto brasileño en España, y la más importante de las europeas. Un complejo cultural consta de cinco piezas independientes y a la vez complementarias:
  • Un auditorio con capacidad para 1.000 espectadores.  Su altura sería el equivalente a un edificio de ocho plantas. Se trata de un escenario reversible. Donde ahora hay un vacío, como si de una ventana gigante se tratase, donde la sensación de frescura que facilita el hormigón es máxima.
  • Un espacio expositivo diáfano. Destaca la cristalera que refleja todo el entorno a modo de espejos.
  • El edificio polivalente que albergará un cine, salas de ensayo, reuniones y conferencias.
  • La cúpula, suave luz, el color blanco y la sensación de amplitud, da sentido a un lugar cuya filosofía es ‘Todo lo bueno cabe en el Niemeyer’. Además, llama la atención la inmensa lámpara sobre tu techo abovedado, capaz de dotar de iluminación cenital al conjunto del espacio diáfano, al que se accede, en un agradable contraste, por un espacio más bien estrecho. Está zona estará dedicada a exposiciones, como también lo estará la parte de abajo del auditorio.
  • La Torre-Mirador. El cuarto elemento arquitectónico del complejo no tiene acabada su escalera helicoidal de acceso, desde la cual se podrá divisar todo. 
  • Una plaza abierta, en la que se programará actividad cultural y lúdica de forma continua, y que pretende ser el nexo de unión entre el Centro y la ciudad. Concebida en su función primitiva de punto de encuentro no sólo de personas sino de culturas. Oscar Niemeyer ha puesto especial énfasis en que este lugar sirva de «espacio igualitario».
 
Los edificios estarán unidos por una práctica pasarela con techo, aunque abierta, que no eche para atrás a los visitantes en los días en que el tiempo no acompañe. 
 
Los cuatro edificios muestran estos días su desnudez de cables y hormigón; ese interior que pocas veces podemos conocer de un edificio. El proyecto se hace tangible al público y pese a las obras, la sensación que transmite el centro es de pulcritud y tranquilidad. Y es que, el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer de Avilés  ha abierto sus puertas este fin de semana por primera vez para que todo el que quiera visitarlo. 
 

La idea es inaugurar de forma oficial el Centro Niemeyer el próximo 15 de diciembre, día en el que el arquitecto brasileño que regaló este proyecto a Asturias cumplirá 103 años, aunque la programación no despegará hasta la primavera del próximo año, la vida cultural de la ciudad ya está completamente revolucionada.  

Agentes: Fundación Oscar Niemeyer
Edificios: Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer
Agentes: Oscar Niemeyer
Autoría de la imagen: Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer