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1 Principios. ¿Afectan realmente a los planteamientos de su trabajo como profesional el contexto sociopolítico actual, mundial, europeo, español o de su entorno próximo? ¿Afectan con mayor intensidad otro tipo de factores? ¿En qué situaciones y cómo?
JFV: Le prestamos atención, pero es una constricción como tantas. Es importante, pero quizás no más que las nuestras. Tenemos el sentimiento de que cada uno en su ámbito profesional, ya seamos abogados o arquitectos o economistas, todos hacemos política. Hay algunas convicciones previas al desarrollo de nuestros trabajos que debemos mantener para encontrarnos cómodos en nuestra arquitectura. La arquitectura está indisolublemente ligada a esta cuestión.
2 Procesos. Desde su experiencia personal/profesional…. ¿considera posible o interesante la interacción de profesionales, universitarios o industria, incluso instituciones públicas, orientada a la convivencia en situaciones de investigación en arquitectura? ¿recuerda de manera especial alguna de estas situaciones?
JFV: Es muy interesante mantener este tipo de relaciones. Me gusta mucho, por ejemplo, que en la Universidad Libre de Berlín haya pasarelas entre distintos centros, que facilitan el contacto entre los alumnos de diversas disciplinas. Algo parecido ocurre en la Universidad Le Mirail de Toulouse. La relación con la cultura es también muy importante. En este momento enseño en la Universidad de las Artes de Berlín. La conexión entre arquitectos, músicos, artistas o escritores es muy fructífera. Esos procesos son muy interesantes.
3 Situaciones. En su modo de entender y colaborar en la producción de arquitectura… ¿de qué modo considera y/o propicia los márgenes en los que sea posible la intervención de las personas habitantes sobre su arquitectura?
JFV: Desconfío un poco de la participación. El arquitecto debe ejercer de arquitecto y el cliente de cliente. Este último no debe usurpar funciones que no le corresponden. Puede dar, por supuesto, indicaciones relativas a cómo le gustaría vivir. Eso es muy personal. Pero tanto el arquitecto como el cliente deben mantenerse en los ámbitos que les son propios. Eso es muy importante. No creo en la participación si eso va a significar que todos los participantes en el proceso van a hablar de las cosas que todos conocemos, y se van a quedar ahí. El arquitecto tiene la necesidad de abrir perspectivas, de subrayar lo que todavía no está aquí pero es posible. A menudo, en los procesos de participación, esa apertura se vuelve imposible.
(índice de personas -ponentes del congreso, invitadas o becadas en la fila 1 scalae del congreso y espontáneas- que han respondido a la encuesta:)
(agradecidos a Llatzer Moix que amblemente se brindó a colaborar trasladando a algunos de los ponentes del Congreso "Cambio de Clima" las tres preguntas de la encuesta scalae, a fin de minimizar esfuerzos duplicados y redundancias incómodas tanto para las personas ponentes como para periodistas y documentalistas. Muchas gracias, Llatzer!)
