Para el 2014 la capital cántabra presentará una nueva fachada marcada por el Centro de Arte Botín, que se asomará a la bahía con un edificio sobre pilares.
18 de septiembre de 2011

El proyecto realizado por el premio Pritzker genovés, será un edificio suspendido sobre la bahía y formado por dos rectángulos truncados, unidos por una plaza (que está elevada a cinco metros de altura) a la que se llegará por una pasarela desde los jardines de Pereda.
 
Es la primera obra de Renzo Piano en España. Una obra llena de “luz, agua, magia y poesía” y de gran ambición, y es que quiere ser un nuevo hito en el Cantábrico. Una referencia mundial, además de pionero, en la formación de la creatividad a través del arte. Una gran galería abierta a las diferentes tendencias y expresiones artísticas y un vivero humano de talentos. "Será un centro verdaderamente global y local al mismo tiempo, pensado para que lo disfruten los de aquí pero que traerá el arte de todo el mundo a Santander", anuncia Emilio Botín.
 
Un edificio 6.000 metros2 (2.000 menos que en primer proyecto, que tal como confiesa el propio arquitecto, según fue acercándose a la idea final, fue disminuyendo el tamaño), de los que 5.000 están sobre los muelles y los 1.000 restantes son subterráneos y albergan los servicios. Un edificio público que tiene la voluntad de servir  como gran lugar de encuentro de la ciudad.
 
Renzo Piano juega con ideas «divertidas y poéticas», como la pasarela de cien metros que atraviesa a cinco metros de altura los Jardines de Pereda y llega hasta la plaza que divide los dos edificios, el Ala Este y el Ala Oeste, la cruza y se adentra 25 metros en la bahía, creando así un mirador inédito sobre la bahía que será la clave de la parte más lúdica del proyecto, enfocada al ocio de los visitantes.
 
El Centro de Arte Botín ocupará un terreno público al borde de la bahía de Santander; un terreno portuario, ahora ocupado por un aparcamiento, que cobrará una nueva dimensión y se adentrará en el mar gracias a dos edificios que prolongarán el cuerpo de la ciudad frente a la costa. El conjunto estará suspendido en el aire por ocho columnas de acero para no quitar vistas, la fachada que mira a la bahía será de cristal y la cubierta utilizará la luz natural. Los materiales elegidos, y el juego de luces-sombras provocado por el reflejo del agua, producirán un efecto óptico de transparencia. 
 
Al este y al oeste de la Plaza de Arriba se alzarán los dos volúmenes del centro (uno dedicado a la cultura y otro a la educación), y ninguno superará los 20 metros, la altura de los árboles de alrededor. 
 
El auditorio será un espacio multiusos, donde se desarrollarán conferencias, conciertos, ciclos de cine y distintos eventos. Dispondrá de 300 asientos retráctiles y los espectadores se asomarán a la bahía santanderina a través de un ventanal de más de 200 metros2 que podrá abrirse completamente.
 
Tras las obras, el nuevo parque y paseo marítimo constarán de 16.750 metros2. Este proyecto, que será parte del patrimonio urbano cántabro e internacional en 2014, es la primera obra que firma en España Renzo Piano, responsable de obras como el Centro Pompidou en París o el aeropuerto internacional de Kansai en Osaka.