El pasado 10 de julio, con inicio en el emplazamiento del Gran Hotel del Palau, se organizó una ruta por diversos emplazamientos de hoteles en proyecto y construidos de Barcelona para debatir el modelo que los ha llevado a término.
12 de julio de 2010

 “No tenemos nada en contra de los turistas”, declaró Albert Sancho, uno de los organizadores del evento. El problema, según los organizadores, radica en una ciudad construida sólo para ellos.

Dos colectivos, la Asamblea de Vivienda y el Col·lectiu Magdalenes,  se organizaron para explicar las historias ocultas que hay tras diversos proyectos de hotel que ahora mismo se encuentran parados en el Casco Antiguo de Barcelona. Entre las visitas a los emplazamientos de estos hoteles, se visitaron, también,  algunos ejemplos construidos de hoteles agresivos con su entorno, que, según los promotores, alejan la ciudad de sus habitantes.

Paralelamente, durante el acto se denunció la presión urbanística que ejercen los apartamentos de alquiler para turistas que conviven con las viviendas en centro de la ciudad.

Frente a cada uno de los emplazamientos, diversos expertos explicaron las interioridades de los  proyectos. Así, frente a l’Hotel del Palau, el arquitecto Juan José Lahuerta explicó el por qué del proyecto, contextualizándolo respecto del edificio y las voliciones de Domènech i Muntaner, el arquitecto del Palau, y de sus intenciones para con el barrio. Seguidamente, el Col·lectiu Magdalenes explicó cómo habían conseguido parar un proyecto para un hotel en pleno barrio gótico gracias a la lucha vecinal. Zaida Muixí habló del “exotismo dubaidiano” del hotel W de la Barceloneta y Eduard Moreno, abogado especializado en temas urbanísticos, desgranó las vicisitudes del Hotel Miramar, en la falda de Montjuic. Se pasó luego a denunciar el Hotel Drassanes, que tiene, en estos momentos, su tramitación suspendida, y, finalmente, Manuel Delgado habló sobre el Hotel Barceló, emplazado en la Rambla del Raval.

El acto sirvió para reivindicar el turismo sostenible, compatible con un urbanismo que respete el tejido urbano existente y con el derecho a la vivienda de los habitantes permanentes de Barcelona, y para denunciar la “Lloretización” (modelo de turismo presente en esta ciudad del sur de la provincia de Girona, basado en alojamiento y alcohol baratos, sol y playa con nula oferta cultural) de la ciudad a la que se ve empujada por las políticas actuales de turismo, descritas como un “Monocultivo insostenible”.  

País: España
Ciudad: Barcelona
Agentes: Asamblea de Vivienda
Agentes: Col·lectiu Magdalenes
Agentes: Albert Sancho
Agentes: Juan José Lahuerta
Agentes: Zaida Muixí
Agentes: Eduard Moreno
Agentes: Manuel Delgado
Edificios: Gran Hotel del Palau
Edificios: Hotel W
Edificios: Hotel Miramar
Edificios: HOTEL DRASSANES
Autoría de la imagen: Gran Hotel Barcelona
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