Las cualidades poéticas de su arquitectura fueron una constante durante toda su carrera
25 de febrero de 2009

A través de la obra de Sverre Fehn la arquitectura moderna noruega ganó en verdadero contenido poético. Estas cualidades poéticas y el deseo de diálogo con la naturaleza, junto con la voluntad humanista, marcarían toda su obra.

Sverre Fehn nació el año 1924 en Kongsberg, una pequeña ciudad cercana a Oslo, donde pasó su infancia. Desde pequeño le gustaba dibujar. Según contaba él mismo, “hay dos tipos de niños: los que dibujan y los que no”. El pertenecía a los primeros.

En 1949 se gradúa como arquitecto en la Universidad de Arquitectura de Oslo, donde conocería a Alvar Aalto y Arne Korsmo. Residió dos años en París, su mentor Arne Korsmo lo introdujo en el círculo de Jean Prouvé y absorbió todo lo que pudo de las obras de Le Corbusier. Fehn y Grung, junto a la joven generación noruega formada por Utzon, Norberg-Schultz y Arne Korsmo, entre otros, fundaron un grupo de arquitectos progresistas bajo el nombre de PAGON, que más tarde se integraría como célula noruega de los CIAM.

En 1952 se traslada a Marruecos para estudiar la arquitectura popular del norte de África, lo que marcaría su carrera.

Ejerció la docencia e impartió clases en la Universidad de Oslo (1971-1995), en la Cooper Union (1980), en Yale (1986) y en la Academia de Arte de Londres (1981-1989). Pertenece al grupo de arquitectos nórdicos que lejos de las modas y las publicaciones, en un sereno afán creador ajeno a formalismos, produce una arquitectura de gran intensidad.

En la biografía de Sverre Fehn se incluyen casi un centenar de proyectos, de los que solo 39 llegaron a construirse. La mayor parte de su obra se encuentra en su país, en Suecia y en Dinamarca.

Entre sus obras destacan el Pabellón Noruego para la Exposición Universal de Bruselas de 1958, el Pabellón Nórdico en la Bienal de Venecia de 1962, el Museo Hedmark en Hamar de 1967/79 y el Museo de los glaciares en Fjaerland de 1989/91. Pero posiblemente en la realización de viviendas particulares es donde el arquitecto se sentía más cómodo. "Concibo mi trabajo como un diálogo con los árboles, con los alrededores. Intento impregnar la naturaleza con mi pensamiento”. Su arquitectura acentúa las relaciones entre vivienda y naturaleza y la sobriedad en el empleo de los materiales de construcción. “La tensión entre lo que colocas encima de la tierra y la tierra misma, la topografía del paisaje, crea – desde un punto de vista – tu arquitectura”.

A lo largo de su dilatada carrera Fehn recibiría numerosas distinciones y premios, como la Medalla de Oro de la Academia Francesa de Arquitectura (1993), la Medalla de Oro Heinrich Tessenow (1997), el Premio Pritzker de Arquitectura (1997) y la Medalla Grosch (2001). Además de su designación como miembro honorario en la American Institute of Architects (AIA-1989), Royal Institute of British Architects (RIBA-1989) y Royal Incorporation of Architects en Escocia (RIAS-1990).

Su obra, como su país, se compone de luces muy tamizadas y de sombras prolongadas, las que otorga la luz horizontal. Sus casi cincuenta años de profesión se han desenvuelto en un paisaje temporal, donde los momentos de luz han sido, al igual que en los cielos noruegos, difusos, sin llegar a la plenitud de otros meridianos y de otras trayectorias.

País: Noruega
Agentes: Sverre Fehn
Agentes: Alvar Aalto
Agentes: Arne Korsmo
Agentes: Jean Prouvé
Agentes: Le Corbusier
Agentes: Geir Grung
Agentes: Jørn Utzon
Agentes: Norberg-Schultz
Edificios: Pabellón Noruego para la Exposición Universal de Bruselas de 1958
Edificios: Pabellón Nórdico en la Bienal de Venecia de 1962
Edificios: Museo Hedmark en Hamar
Edificios: Museo de los glaciares en Fjaerland
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