Las bodegas, situadas en el «Pago de las Bodegas de Peñafiel» (Ribera del Duero) fueron seleccionadas para los prestigiosos premios de arquitectura
24 de septiembre de 2010

 Desde el estudio han tenido la amabilidad de responder a nuestra ya tradicional encuesta para concursos, adaptadas en este caso al reconocimiento, en forma de premio, a una obra construida.

 
1- Principios: ¿Qué pensáis que ha determinado que el jurado se haya decantado por vuestra propuesta?
Claridad espacial y programática, mediante diferenciación entre espacios principales, auxiliares y de comunicación -interpretación de los clásicos espacios servidores y servidos-.
Minimización del impacto visual, a partir del soterramiento parcial del edificio y autorestricción de alturas, así como 
la elección del material.
Adaptación de una tipología industrial con el entorno rural, con específicos/exigentes requisitos ambientales
para la elaboración del vino.
 
2- Proceso: ¿Qué condiciones han sido favorables para que el edificio haya sido premiado?
Regeneración de un espacio limítrofe, poco funcional y productivo -formación rocosa preexistente- mediante la implementación de un nuevo -o múltiples- programas. Ergonomía en la arquitectura*
 
3- Resultado: ¿Cuáles pensáis que son las principales capacidades transformadoras del proyecto?
El edificio desdibuja los límites con el paisaje: interior/exterior, paisaje/edificio se relacionan.
Se potencia la memoria del lugar -se recupera el antiguo mirador- mediante una nueva topografía.
"Reconstrucción" de un pedazo del entorno rural, refuerzo del diálogo campo abierto-pueblo. 
 
* Ergonomía: (Del gr. ἔργον, obra, trabajo, y -nomía) f. Ciencia que estudia la capacidad y la psicología del hombre en relación con su trabajo y la maquinaria o equipo que maneja y trata de mejorar las condiciones que se establecenentre ellos.
 
 
A continuación reproducimos la memoria del proyecto:
 
EMPLAZAMIENTO
El proyecto se sitúa en el paraje natural del Valle del río Duero, en una zona de orografía
suave y contornos definidos destinada casi en su totalidad a la producción vitivinícola y
ganadera. La bodega se emplaza en el denominado “Pago de las Bodegas” El acceso a la
misma se realiza mediante una ascensión lenta donde se suceden diferentes escenarios,
desvelando el nuevo edificio entre vestigios de cuevas y lagares. Dentro de la finca, el
ascenso continúa entre viñas por el camino tradicional de vendimia, rehabilitado. El
edificio emerge en cada paso, mostrándose finalmente por su cara norte, como una
prolongación del terreno.
ESTRATEGIA
El proyecto de bodega busca la integración con el paisaje y la minimización del impacto
visual. La estrategia, atendiendo también a las ventajas intrínsecas, se basa en el
aprovechamiento del desnivel de la parcela que se ocasiona como consecuencia de una
formación silíceo-arcillosa del subsuelo, que se encuentra en el extremo S-O de la
misma, conformando un desnivel de unos cuatro metros y extendiéndose a lo largo de
veinte metros bajo la superficie. De esta forma, se entierra parcialmente el edificio y se
aleja la fachada sur (más alta) del límite de la parcela, creando una plaza multifuncional
rodeada de vegetación autóctona.
FACHADAS COMO INTERFACES
Se proyectan dos caras largas que inciden directamente en el proceso de elaboración
vitivinícola y apoyan el trabajo de campo a lo largo del camino de vendimia. Esta tipología
alargada proporciona una potente relación interior-exterior, ventajas funcionales y
ergonómicas que se traducen en unas buenas condiciones lumínicas, de ventilación
natural, máximo aislamiento térmico, así como una conexión coherente entre espacios
interiores.
A norte, las cinco puertas de vendimia conectan física y programáticamente el campo
con la sala de elaboración, y actúan de puntos de vertido de uva por gravedad. A sur, la
fachada se escalona y el voladizo se acentúa para crear un gran ventanal que acompaña
los dos espacios más luminosos: la sala de elaboración y las oficinas. En el cuerpo más
bajo se sitúan los programas auxiliares, que a la vez actúan de colchón térmico de los
tres programas principales: elaboración, crianza y maduración; a norte. Tanto la pica
exterior como el banco de la plaza son piezas contextuales pensados para paliar el rigor
de los trabajos del campo; punto de limpieza y riego y lugar de reposo, respectivamen
te.
CAMPO ABIERTO
Los límites de actuación se difuminan al dar continuidad a la vegetación existente: se
planta vid en el límite meridional, extendiendo el campo, y arbustos y plantas aromáticas,
a oeste. La manipulación es mínima: se deja que el verde se fusione de forma casi
natural con el paisaje existente y sus geometrías. En este sentido, el jardín trasciende
más allá de sus límites y se funde con la naturaleza circundante, como un paisaje
prestado o shakkei.
Eventualmente, la cubierta funciona como mirador recuperado, extendiendo el edifico
hacia el paisaje. El programa interior actúa como fuerza generatriz o sismo, modificando
el contorno, generando una topografía dirigida, que intenta sintetizarse con el entorno.
LOS NUCLEOS DE ACCESOS
Concebidos como umbrales o espacios de transición interior-exterior, suavizan el
impacto de entrada y salida a la intemperie. Son profundas cavidades o antesalas donde
se comprime el espacio y generan cobijo y sombra (las temperaturas son extremas a lo
largo del año) y, a la vez, a Norte, actúan de cortavientos. Los accesos forman parte de
los núcleos estructurales que contienen las instalaciones, los almacenes y los servicios,
a la vez que estructuran el espacio en tres naves principales: crianza, elaboración y
maduración. De esta manera, las salas de los extremos quedan cerradas (evitando
recorridos innecesarios y la consecuente alteración de temperatura, luz, sonido, etc.),
mientras que la sala central (sin condicionantes de aislamiento térmico ni lumínicos)
funciona como sala de trabajo diario.
TOPOGRAFIA PROGRAMÁTICA
De esta forma, más allá de buscar sólo una relación mimética con el entorno inmediato,
la cubierta actúa como un catalizador de las fuerzas que se dan en el interior del edificio.
Así, las dos bandas complementarias se adaptan a las necesidades espaciales del
programa interior reflejando tanto el máximo rendimiento energético como la máxima
eficiencia programática posibles, convirtiéndose en una topografía natural, progresiva y
adaptada del lugar.
En este proceso de abstracción, el hormigón “in situ” representa el material total, que da
continuidad a la tierra a partir de la tierra. Material despojado de adornos, portante y
acabado, da respuesta a los requisitos funcionales básicos: economía material y de
ejecución sin dificultad –ready made-, escaso mantenimiento, buena inercia térmica,
posibilidad de aligerarlo insertando aislamiento térmico en una sola capa.
“iIntercambiando el pasado como proyecto, y el futuro como memoria” (…)
Paul Ricoeur
País: España
Ciudad: Peñafiel
Agentes: LEAF Awards
Agentes: Konkritblu
Edificios: Bodegas Qumrán
Autoría de la imagen: Konkritblu
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