Cuando se cumplen 150 años de la aprobación del Plan de Reforma y Ensanche de Barcelona, el "Manhattan" de la capital catalana, ideado por el ingeniero Ildefons Cerdà, se inaugura en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) la exposición «Cerdà y la Barcelona del futuro. Realidad vs. Proyecto» que reflexiona y revisa este monumental proyecto urbanístico.
Pocas ciudades tienen una forma urbana potente y ordenada que las identifique. Barcelona, como Nueva York, Roma o París, goza de esta característica. En Barcelona, el Ensanche es la pieza clave de su forma urbis”. Esto no es fruto de la imposición desde un poder absoluto, sino de la voluntad de la ciudad y de sus operadores de seguir el valioso proyecto propuesto por Ildefons Cerdà.
La celebración del
Año Cerdà hará justicia al reconocimiento de uno de los proyectos seminales de la urbanística moderna y permitirá que residentes y usuarios lo comprendan mejor.
Cerdà y la Barcelona del futuro propone una inmersión dentro de la realidad actual con el fin de descubrir e interpretar unas determinadas formas de organización urbana que han producido una ciudad compacta y confortable, con una forma de urbanidad muy apreciada.
La muestra nos da la temperatura del Eixample de hoy, un barrio en el que viven más de 300.000 personas y en el que trabajan más de 260.000, y por el que circula la red de transportes y servicios más compleja de Cataluña. El itinerario expositivo nos revela la vida subterránea del Eixample, nos redescubre sus patios interiores, muchos de ellos todavía desconocidos, las manzanas más pobladas y las que presentan mayor actividad económica. Ésta es la mirada más próxima posible a la realidad presente.
Más de doscientos documentos entre planos, maquetas, instalaciones, estadísticas, audiovisuales e, incluso, algunas intervenciones artísticas (Joan Fontcuberta, Maria Rubert), nos permiten entender mejor el funcionamiento del Eixample barcelonés o descubrir modelos urbanísticos similares en todo el mundo, como en barrio de Manhattan en Nueva York, con una trama urbana parecida a la del Eixample y con unas características urbanas sorprendentemente similares.
Sin embargo, la mirada sobre la aplicación del Plan Cerdà no sólo debe darnos claves para interpretar el presente, sino también debe ayudarnos a pensar en el futuro de Barcelona. La experiencia de Barcelona debe ser un modelo para pensar en el crecimiento territorial de Barcelona hacia su área metropolitana. La exposición «Cerdà y la Barcelona del futuro. Realidad vs. proyecto» plantea algunas preguntas acerca de esta cuestión y quiere darle algunas respuestas.
Recorrido de la exposición:
Un bosque de ideas
El primer espacio de la exposición es una cronología (por décadas) de los hechos más relevantes que se han producido entre 1859 y 2009, ordenados a partir de cuatro ejes temáticos: 1) urbanización y edificación; 2) publicaciones y exposiciones; 3) hechos históricos, y 4) avances tecnológicos.
El Eixample, un mosaico
Si se compara la regularidad del trazado del Eixample con la topografía y la hidrografía del territorio en el que se ha desarrollado, queda demostrado que el Plan de Ildefons Cerdà es deudor y respetuoso con el relieve, así como con el parcelario agrícola anterior a la urbanización.
El trazado del Eixample
La organización del trazado del Eixample se realiza con una malla básica de calles y un sistema territorial de avenidas. Una malla infinita sobre el territorio que, a pesar del paso del tiempo, mantiene el rigor de su geometría. Y precisamente ese rigor y esa pureza del trazado se han traducido en una ciudad compleja y rica tanto en su superficie como en el mundo subterráneo.
Las casas del Eixample
La base morfológica del Eixample su manzana, cuya singularidad radica en su gran tamaño ―113 x 113 metros―, su forma cuadrada con chaflanes y, sobre todo, en su muy original patio de manzana.
Este módulo presenta las diferentes formas de ocupar las manzanas y la evolución que han experimentado, así como la de las viviendas que se construyen en las mismas.
Planes y planos para el despliegue del Eixample
A lo largo de los años, el Plan Cerdà ha tenido muchas lecturas: la de los partidarios y la de los detractores, los proyectos impulsores y los transformadores. García Faria, Martorell, Jaussely, GATCPAC… todos ellos han contribuido al despliegue del Eixample a lo largo de quince décadas.
Los nuevos ensanches
En 1986 se aplica la Ordenanza de rehabilitación y mejora del Eixample, que supone la protección de sus inmuebles, pero, sobre todo, la recuperación de los espacios libres, siendo el hecho más significativo la recuperación de los primeros patios interiores de manzana.
El Eixample hoy
Si Barcelona estuviera formada por diez ciudades en vez de diez distritos, el Eixample sería una de las ciudades más importantes de Cataluña. Con 308.340 habitantes y unos 264.500 puestos de trabajo, en su ámbito central presenta una densidad de población y de trabajo parecida a la de grandes distritos urbanos como Manhatta
n.
Este bloque nos proporciona datos básicos del Eixample actual referentes a la densidad, a la diversidad de usos, a la estructura vial, a la movilidad, a la actividad económica, etc., analizándolos sobre todo a partir del concepto de “complejidad urbana”.
El Atlas de Cerdà y la galería de ciudades en red
Para diseñar el Eixample de Barcelona, Ildefons Cerdà analizó y valoró otras ciudades con configuración de red. Este apartado reflexiona acerca de la actualidad de este tipo de ciudades (explicando los 30 casos más relevantes) y analiza su papel.
El Eixample Cerdà y el futuro de la Barcelona metropolitana
Este último apartado de la exposición presenta una serie de estudios sobre las estructuras de la realidad metropolitana, las propuestas de vertebración de las infraestructuras y otros temas que proporcionan marcos de referencia para entender los problemas y las opciones de cambio y mejora. La mirada sobre este gran proyecto de Cerdà y el espíritu con el que se llevó a cabo puede introducirnos a nuevas formas de pensar el futuro de la ciudad, intentando producir nuevos paradigmas urbanísticos capaces de entender los nuevos condicionantes y armonizarlos con las exigencias de economía de recursos y las necesidades ambientales.