17 de noviembre de 2008

El arquitecto británico Norman Foster ha combinado calidad, innovación y respeto por el entorno paisajístico y medio ambiente en el diseño de la Bodega Portia en la Denominación de Origen Ribera del Duero, en Gumiel de Izán (Burgos)

Tal y como comunica la agencia EFE, el edificio diseñado por Foster, con un coste de construcción de 25 millones de euros, se inaugurará en la primavera del próximo año.

La nueva bodega del Grupo Faustino, presentada en Madrid, tiene una superficie de 11.300 metros cuadrados y capacidad para una producción anual de un millón de botellas de vino. ‘Es una ecuación perfecta entre calidad, diseño y vanguardia’, según José Luis Fernández de Jubera, director general del Grupo Faustino, empresa vitivinícola familiar, que elabora y exporta vinos de alta gama y cuenta con siete bodegas en cuatro de las principales Denominaciones de Origen, Rioja, Navarra, La Mancha y Ribera de Duero.

Aunque para la presentación del proyecto Norman Foster contaba con fotografías, planos y representaciones virtuales, prefirió iniciar su explicación dibujando en el panel anunciador de las bodegas. En él pintó un corazón, centro de la futura bodega, y a modo de flor tres grandes pétalos que responden a los escalones implicados en la transformación desde la cepa al vino.

En su exposición, Foster se preguntó sobre cómo se puede definir la poesía de la complicada elaboración del vino ‘en la que la cepa necesita el sol y el proceso del vino entiende la luz como enemigo’ y consideró que tanto el mundo de la arquitectura como el bodeguero ‘se basan en conceptos de innovación y tradición, además de trabajar con gravedad’.

Cada uno de estos ‘pétalos’ cuenta con una galería central que permite al visitante sumarse al recorrido de una cepa y seguir el camino de la uva por todo el edificio, además de tener acceso a restaurante, tiendas y salas de exposiciones públicas.

Las alas que albergan la bodega con las barricas y botellas se encuentran parcialmente hundidas bajo tierra, proporcionando las condiciones más favorables para el envejecimiento, mientras que el ala de fermentación se sitúa frente a la autopista.

El proyecto ‘es muy respetuoso con el paisaje. Se ha establecido un diálogo entre el mundo interior del edificio y el paisaje externo’ y uno de los retos del arquitecto ha sido ‘el contraste entre el ambiente externo, luminoso y cálido, con el interior de la bodega, fría y oscura’.

Los materiales utilizados son también los que están presentes en los procesos de producción del vino: acero, roble y cristal. ‘La parte central del edificio recoge la energía solar, mientras que los muros laterales son de acero corten que se oxidan con el tiempo adquiriendo el color del campo, de la tierra, de la naturaleza’, comentó el arquitecto que consideró igual de importante la construcción de un gran proyecto que la de un edificio pequeño, ‘que puede tener un impacto fundamental’.

Foster reconoció su predisposición cultural hacia España, ‘además de la familiar’, y consideró que el desarrollo económico del país influye en ‘las grandes oportunidades que he tenido, significativamente en proyectos de infraestructura’.

Ref.

Foster + Partners: [www.fosterandpartners.com]

Fuente: Centro de Enlace AE BCN

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