El proyecto de reordenación e integración del Campus Universitario de Ourense, realizado por el arquitecto Francisco Mangado y que empezó a gestarse en el 2008, trata de plantear una nueva relación entre ciudad y Universidad. Y es que se trata de integrar usos urbanos y empresariales, así como de crear nuevos espacios de encuentro y transición en el propio Campus. Detrás de esta propuesta hay una gran reflexión urbanística en torno al barrio de las Lagunas del Campus orensano. El resultado es la formulación de un proyecto urbanístico ambicioso pero posible, que intenta conseguir la plena integración de la Universidad en la sociedad y la economía de la ciudad.
La fragmentación en dos partes, el estar atravesado por una de las arterias principales de entrada en la ciudad o la insuficiente relación con la misma, eran algunos e los problemas principales a resolver. El arquitecto navarro formula un proyecto para un territorio concreto, en un lugar determinado (casi en la periferia de la ciudad pero a cinco minutos andando del centro). Sin mirar no solo los problemas, sino que se centra sobretodo en los atributos. No desde una realidad abstracta, sino desde la fortaleza que le otorgan los argumentos concretos y específicos del lugar mediante un análisis que ponga en relación el ámbito de ordenación con el territorio gallego y con la ciudad de Ourense. Por eso se plantea coser la ciudad y el campus con espacios potentes. Espacios consolidados, esponjados, públicos y abiertos. Donde exista la continuidad estacional, diaria y horaria, garantizada en este caso por la propuesta residencial, en su mayor parte destinada a viviendas de protección oficial.
Los objetivos del proyecto son:
- Aprovechar las ventajas competitivas que le aporta a Ourense su condición de centro conectivo del sistema de alta velocidad.
- Abrir la Universidad a la sociedad y acreditar el carácter plenamente urbano de la intervención.
- Hacer de la intervención y del Campus un referente para la ciudad, desde el punto de vista arquitectónico, urbanístico y funcional.
- Combinar los usos destinados al ámbito universitario con otros de carácter ciudadano para generar un espacio plenamente integrado en la trama social y urbana que suponga un elemento dinamizador de la ciudad.
- Convertir la intervención en un factor equilibrante del desarrollo urbano de Ourense y propiciar la dinamización y cualificación del tejido empresarial de Ourense, con especial atención en el I+D+i.
La actuación, que afecta a una superficie de 350.000 m2, cuenta con el soterramiento de la carretera que divide el campus y se crea una gran plaza en su entrada principal planteada para ser lugar de encuentro de los orensanos. Además de la construcción de hoteles, residencias, campos deportivos, cafeterías, edificios dedicados a la investigación, guardería y centros de reuniones para «esa ingente cantidad de personas de negocios que, con el AVE, pasarán por esta ciudad desde Madrid hacia A Coruña, Vigo o Portugal», según el arquitecto; así como un parque empresarial de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i). El proyecto que supondrá un paso trascendental en el desarrollo de una ciudad policéntrica también incluye la creación de vivienda protegida, en un 40%, y libre en el 60% restante.
Y es en los bloques residenciales donde actualmente se encuentra el problema. Este proyecto que ejecuta el Concello y Universidad de Vigo se ha visto paralizado por la Xunta, que pretende que se revisen y aclaren posibles problemas por el Plan Xeral de Ordenación Municipal para que no exista ningún problema de legalidad. Los técnicos del concello aseguran que en todo caso se está cumpliendo la ordenación del territorio, y se espera que enseguida se pueda continuar con la obras de este proyecto tan importante para los ciudadanos y la ciudad gallega.