El objetivo es mostrar al público la evolución de estos decorados o escenarios arquitectónicos y el abanico de matices que contribuiría a su independencia como género ya en el siglo XVIII.
Las arquitecturas pintadas fueron una de las opciones elegidas por muchos artistas para resaltar las escenas y los episodios representados en sus cuadros; grandes pintores tanto de la órbita mediterránea como del norte de Europa, desde el siglo XIV al XVIII: Duccio di Buoninsegna, Canaletto, Giovanni Paolo Panini, Tintoretto, Gaspar van Wittel, Hubert Robert, Maerten van Heemskerck o Hans Vredeman de Vries, entre otros. Comisariada por Delfín Rodríguez, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, y Mar Borobia, jefe de conservación de Pintura Antigua del Museo Thyssen‐ Bornemisza, la exposición reúne la obra de muchos de estos prestigiosos artistas, procedente de colecciones particulares y museos de todo el mundo, con préstamos destacados de, entre otros, los Museos Vaticanos, la National Gallery of Art de Washington, la Galleria degli Uffizi, el Museo del Prado o, muy especialmente, Patrimonio Nacional.
Pintar arquitecturas significa establecer la escena del movimiento o de la posición de las figuras, dotarlas de un lugar verosímil espacial y visual, histórico o mítico, legendario o imaginario, incluso convertirse en innovadores proyectos arquitectónicos pintados, o en elocuentes fragmentos de construcciones que guían, con muros y huecos, las emociones e historias representadas. La vinculación de la pintura de arquitecturas y ciudades al viaje es otro aspecto fundamental en este proyecto, así como analizar las aportaciones y soluciones arquitectónicas que, en ocasiones, los propios artistas realizan en sus obras.
Ciudad: Sevilla
Agentes: Museo Thyssen Bornemisza
Agentes: Fundación Caja Madrid