Los edificios que se construyan en la ciudad deberán pasar un examen in situ para determinar las condiciones acústicas de las viviendas. El Ayuntamiento está ultimando una reforma de la ordenanza del ruido para que los futuros inmuebles cumplan una serie de requisitos de aislamiento acústico. De no superar este control, el Consistorio no hará entrega al promotor del certificado de primera ocupación, imprescindible para conseguir las cédulas de habitabilidad.
Fuente: Revista Via Construcción, # 33, junio 2006, p. 21