Toni y Guillem Cumella, padre e hijo, como generaciones vivas y activas del linaje de los Cumella, dan cuenta de una experiencia familiar y personal peculiar -de artesanos contemporáneos- que ha vinculado a su familia con la cerámica, el arte y la arquitectura. La conversación se inicia con la explicación del trenzado familiar para seguir con comentarios sobre la transmisión del oficio, el aprendizaje artesanal, el taller, la restauración, lo esencial y el ornamento, la globalización basada en lo local, … o sobre el contexto actual e histórico de la producción de ceràmica para la arquitectura en Catalunya. Los Cumella, tal y como relata Toni, se han fundamentado en los principios del «anarquismo cartesiano» y han prescindido de todo tipo de intermediación -especialmente mercantil- en sus procedimientos: reclaman de manera permanente su propia libertad. La nómina de arquitectos con las que el taller ha colaborado es extensísima e incluye a Josep María Botey, Cristian Cirici, Oscar Tusquets, Enric Miralles, Jaume Bach, Enric Soria, Patxi Mangado, Paredes & Pedrosa, Enric Ruiz-Geli… e internacionalmente a Alberto Sartoris, Norman Foster, David Chipperfield o Renzo Piano, entre muchos, y recientemente a la Architectural Association, en una labor en la que lo común en la aspiración a «mejorar las ideas» que le vienen dadas y la sorpresa darse cuenta de que, en ocasiones, el asunto no es tanto la pieza producida como su sombra o su reflejo. Cumella detesta la palabra rústico, pero piensa que la cerámica debe parecer cerámica; que no se puede prescindir del volumen y que por lo tanto los sistemas de diseño variable y cálculo paramétrico ya forman parte de la cultura de la cerámica. Cumella trabaja en red, están convencidos que «no sentirse solo es un lujo» y entienden el taller como un plató.
(grabación original: marzo de 2014)
refs: ceràmica cumella
Agentes: Guillem Cumella
Autoría de la imagen: Ceràmica Cumella