Juan Trias de Bes se reconoce totalmente barcelonés. De hecho, su fin de semana ideal pasa por no tener ningún plan y perderse por la ciudad. Y que pase lo que tenga que pasar. Para ser buen arquitecto, dice, hay que tener conocimiento de las técnicas y tener criterios para enfrentarse al trabajo. Por tanto, tienen que haber consciencia y técnica. Este hecho es lo que más le gusta de la Arquitectura, que no se trata de una disciplina absolutamente técnica ni absolutamente humanística.
Movido por su vocación de construir, al finalizar la carrera, abrió el estudio junto con Pilar de Alós. Los primeros encargos se los inventaron ellos mismos, una técnica de supervivencia que les dio buen resultado. Juan Trias de Bes reconoce sus límites y arriesga. Y, por el momento, le ha dado un buen resultado.