La consejalía de Urbanismo sopesa potenciar la construcción de edificios singulares en los nuevos barrios mediante la introducción de normas más flexibles a las recogidas en el Plan General de 1997. Entre las «licencias» se incluiría la posibilidad de construir más de doce pisos, límite impuesto por la ley anterior, siempre y cuando no perjudicase al resto del barrio, crease sombras que afecten a otros edificios o se invadiese espacio público.
Fuente: Revista Via Construcción, # 33, junio 2006, p. 14