El Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) presentó el 14 de septiembre de 2009 el edificio de su nueva sede en Barcelona, obra del arquitecto Josep Llinàs. Una vez finalizada la construcción el pasado mes de junio, se inició la actividad en el nuevo edificio, proceso que culminará a finales de septiembre con el traslado de la actividad quirúrgica.
El proyecto surgió a través de un concurso de ideas realizado en septiembre de 2002 del que resultó ganadora la propuesta presentada por Llinàs. Desde la propuesta inicial hasta la forma actual que ha adquirido el edificio, el proyecto sufrió numerosos cambios sin perder de vista la relación que debía existir entre el edificio y su singular emplazamiento: un lugar de fuerte pendiente en la falda de la Sierra de Collserola, orientado hacia la ciudad y el mar, junto a la Ronda de Dalt, límite físico a partir del cual la ciudad se disgrega hacia la Sierra y en donde lo construído convive con el territorio natural.
El nuevo IMO es un edificio de más de 22.000 m2 construídos que incorpora, aparte del programa específico de clínica oftalmológica (quirófanos, consultas, salas de espera…), áreas nos asistenciales, como son aulas, laboratorios, una biblioteca y un salón de actos, con la finalidad de fomentar la docencia y la investigación así como de disponer de unas instalaciones preparadas para acoger cualquier clase de evento.
La solución arquitectónica queda expresada en su sección, mediante la separación del programa entre usos que precisan luz natural y usos que no. A partir de esta diferenciación, el edificio concentra las consultas y los quirófanos, que no deben tener luz natural, al fondo, semienterrados dada la pendiente del terreno, y ubica los usos necesitados de luz y de contacto visual con el exterior (salas de espera, despachos, cafetería…) al sur, junto a la fachada acristalada que mira a la ciudad y al mar.
Del conjunto del edificio destacan un gran espacio común diáfano, que aglutina el espacio de las salas de espera, y el conjunto de cubiertas plegadas y viseras de la fachada sur que, de manera análoga según Llinàs a como nos protegemos los ojos con la propia mano, contribuye al aumento interior de la penumbra y del confort visual.
Con los objetivos propios de un instituto oftalmológico como el IMO, se ha puesto especial empeño en el diseño de los espacios interiores para hacerlos confortables a la vista. Entre los materiales usados en el interior, predomina la madera, presente en los lugares comunes del edificio, y todo el conjunto está caracterizado por los tonos claros.
Ciudad: Barcelona
Agentes: Instituto Microcirugía Ocular
Edificios: Instituto Microcirugía Ocular
Autoría de la imagen: Filippo Poli 2009