El equipamiento, que funcionará en red con una biblioteca pública alimentada por la misma plaza que le dará acceso, completará la reurbanización de las antiguas casernas.
14 de febrero de 2011

Josep Llinàs encabeza un equipo formado por Philipp Gasteiger, Jorge Martin, Llorenç Mestre, Enric Torner i Roger Subirà. Éste define el Centro Cultural como una pieza que, enclavada en una plaza pública, debe de dialogar de igual a igual con la nueva Biblioteca Provincial. Ésta es una pieza que, por su mayor tamaño, corría el riesgo de dominar al centro cultural. Para impedir esto el equipo redactor lo ha explotado en altura, definiendo la sala principal de exposición en el primer piso, iluminada exclusivamente con luz cenital proveniente de una espectacular cubierta en diente de sierra, génesis del proyecto. 

El edificio se organiza en dos crujías asimétricas, la mayor conteniendo todo el programa expositivo, la menor quedándose las comunicaciones verticales y la administración. Ésta es de menor altura, dando lugar a un volumen escalonado con su parte baja volcada a la plaza, techada también con una sucesión de cubiertas a dos aguas, en este caso sin formar diente de sierra. La parte sur de esta crujía sube hasta la altura de la sala de exposiciones por motivos bioclimáticos, ya que el edificio intercambia sus bombas de calor contra una cámara de gravas en el sótano. 

El edificio se forra con un sistema de fachada doble ventilada que permite intercambiar calor y aprovechar las diversas orientaciones del edificio para reducir hasta un 35% las emisiones energéticas del mismo. La fachada exterior que contiene el aislamiento térmico, forma la epidermis exterior del edificio, rematado con unas placas cerámicas dispuestas oblicuamente siguiendo la geometría de las cubiertas en diente de sierra. 

 

 Palabras clave