El mensaje institucional es muy claro: Barcelona está en marcha y avanza con ambición. Es la noticia oficial. Buena noticia. Para conseguirlo… ¿qué es lo que ha cambiado?. Y, al evaluar el rol que están tomando los concursos, ¿debe preocuparnos?
21 de febrero de 2014

Los procedimientos importan, y también el tipo de gestores. Eso parece. Y parece por otra parte que Barcelona lo ha aprendido. O quizás lo que importa es resolver el delicado equilibrio entre los escándalos necesarios para distracción de la opinión pública y el lugar oportuno donde deben cultivarse y crecer. En Barcelona, aparentemetne, las polémicas se han ido a la arena deportiva y son sus gestores quienes últimamente pueblan portadas de prensa y salas de los juzgados. En lo demás tal parece una inquietante calma chicha social. ¿aparente?.

Así, durante los últimos meses se vienen sucediendo noticias de manera continuada sobre intervenciones en la ciudad. Intervenciones aprobadas, en marcha, reales. Adjudicaciones perfectamente regladas, legales hasta el detalle mas milimétrico, pero no necesariamente explícitas, ni necesariamente sujetas a concurso. Sin problemas: no hay ruido ni algarabía. De hecho los titulares sobre estas intervenciones acostumbran a ser noticias generalmente bien recibidas por la ciudadanía. Es la sensación actual. Son verdaderos replanteamientos de zonas completas de la ciudad o de elementos muy significativos, quedan aparte intervenciones técnicas, arreglos, que también. 

En ese contexto no deja de resultar llamativo el ruido que se ha generado alrededor de un proyecto y concurso, el de la Plaza de las Glorias, que ni tan siquiera resulta del todo vinculante. ¿Y todo por ser un concurso? ¿Son peligrosos los concursos?

Hemos visto desmoronarse el prestigio de equipos municipales, no solo en Barcelona, aquí y allá, en Cataluña y también en España, empecinados en proyectos sensatos, ilusionantes, interesantes, aberrantes, abusivos, intolerables e incluso claramente absurdos -que de todo hay- que terminaban fracasando debido a la elección de sus gestores, a las dificultades sociales relacionadas con los procedimientos legales y administrativos o a las dificultades añadidas por la torpeza de no haber sabido articular adecuadamente los consensos previos sociales; es decir: por basarse en concursos aparentes, mal planteados o -simplificando hasta lo superficial- oportunos o inoportunos. En cuanto a Barcelona y su sistema… la ciudad que antes fue de los arquitectos, después de los notarios, abogados y financieros, hoy de los turistas… parece haber encontrado la piedra filosofal de la gestión de lo posible. Y no son concursos, no.

No es este comentario una crítica, no lo pretende, bien al contrario: celebramos la paz social y el posibilismo institucional. Pero sí una pregunta… no dejamos de preguntarnos sobre lo que ha cambiado y qué es lo que ha podido llevarse por delante. Se aceptan aclaraciones, respuestas y comentarios…

Nos gusta Barcelona.

refs: 

Diagonal: Aprobado el proyecto de reforma de la Diagonal con la oposición del PSC e ICV [La Vanguardia]

Plaza de las Glorias (derribo de lo existente): Hora cero en las Glòries [El Periódico]

Puerto de Barcelona (Marina Port Vell): Rumbo hacia una transformación [Marinaportvell.com]

Ciutadella: Un nuevo paseo para peatones cruzará el parque de la Ciutadella [Ayto BCN]

Puertas de Collçerola: Algunas consideraciones generales sobre la tarea de la Comisión Técnica y el Jurado de las Portes de Collserola [Ayto BCN]

El Paralelo: La reforma del Paralelo despierta el fantasma de la masificación turística en el barrio del Poble Sec [eldiario.es]

Efímeros (tricentenario): Arquitectura efímera sobre los valores del Tricentenario

Barcelona regional:  Barcelona se convertirá en una ciudad autosuficiente de barrios productivos de velocidad humana, en el seno de una metrópolis hiperconectada, de alta velocidad y de emisiones cero

Ciudad: Barcelona
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