[English]
Patxi Mangado: Small details do not kick-start a process, but on occasions they can explain it. I would not say that I follow a particular order when I am organising or beginning a project – I don’t know if anybody does – but, well, I think… I intuit: that to start a project one doesn’t need a method or a great previous knowledge. Sometimes one doesn’t even have to know what one is going to do. We live from approximations, attempts and … of course knowledge as well. The order of these things is the crux and that will vary from project to project.
There are concepts that are there from the start of the project, in one way or another: the place, the physical site and, like I was saying, the use of materials. But sometimes, it is the anecdotal things, the smallest detail that can spark the fuse and produce the mechanism that generates the project. A material that I find abandoned in a place, for example, might then become the fuse that explains that place most precisely. The project process is a source of resources and suggestions, but it requires a more reflexive, less intuitive level of awareness. I trust in this process a lot. Although I do need to provoke it, do you understand? It is a battle between the most intuitive and the most rational: between a synthetic awareness and an analytical one.
One sometimes takes a long time in finding the spark to activate the process. Once I’ve found it, I work relatively fast. When I take part in a competition, I might take two months looking at a problem from various points, just thinking about it. In the meantime I will be working on another project and teaching as well. Then suddenly, the first drawings and sketches and scale models take shape and these have a kind of multiplying effect, they spur me on. These are the best, most intense moments of my work. Then comes the next stage, when one needs to be more certain of one’s technical capabilities, that is obviously more routine. It is important of course, but less interesting. The thing that really makes a difference in that project, or programme, or personal moment is that fuse, that catalyst that makes the entire chemical reaction possible.
For example, we were looking at an old Roman quarry with some UIC ESARQ students on a field trip to Tarragona. At the same time we had been invited to submit a project for a competition for a spa in Galicia. The quarry trip was not specifically organised, but when I went in…wow! We discovered some really impressive blocks of stone amongst some trees, with a thousand-year-old texture in a dark place…and at the same time I was running over how to tackle the spa project. When I saw that quarry, it affected me so much that I asked one of the students to take some photos of that natural environment, and of the textures there. We launched that project from those images – even the floors and sections, which, in this case were just the physical translation of how to excavate a large rock.
As you can see, it’s quite a simple way of working, but one I believe that is very dense, very architectonic. As for the rest of it, I prefer to work on all of the project documentation myself, until it is at the final stages. From the first few sketches to the finest details, many of them are sketched by me with a pencil. Floors and sections are drawn and re-drawn at the studio. I am less concerned with all of the exterior compositional aspects, I know that at the end they come about almost naturally. However, the floorplan is a basic document for me. It does not have to be an aesthetically pleasing document, but it does need to be competent. It is the document that summarises the most reflective aspects of architecture. Complementing this, the value of space, and therefore of the section, is extremely important as well. Computers are merely tools to us. One cannot undertake a project without a global vision, a pencil, an idea of the dimension of things. Computers can only provide a very partial vision of all of that.
[Español]
Patxi Mangado: Los detalles no son el arranque de un proceso, pero en ocasiones pueden explicarlo. No diría que sigo un orden a la hora de organizar o acometer el proyecto –no sé si alguien lo hace– pero, a ver… Intuyo que para iniciar un proyecto no hace falta un método o un gran conocimiento previo, a veces ni siquiera se necesita saber lo que se va a hacer. Vivimos de aproximaciones, tanteos, intuiciones y… también conocimientos. Su orden es la cuestión, y esto varía con cada uno y con cada proyecto.
Hay conceptos que están en el origen del proyecto, de una u otra manera: el lugar, el sitio físico y, como decía, el uso de los materiales. Pero en ocasiones son las anécdotas, un pequeño detalle, lo que es capaz de espolear y producir el mecanismo que genera el proyecto. Un material que veo abandonado en algún lugar puede convertirse en una espoleta que explique precisamente ese lugar. El proceso de proyecto es una fuente de recursos y sugerencias, pero en este caso se requiere un grado de conocimiento más reflexivo, no tan intuitivo. Confío mucho en este proceso, aunque necesito provocarlo ¿se entiende? Es una lucha entre lo más intuitivo y lo más racional, entre un conocimiento sintético y uno analítico.
Tardas en descubrir la chispa con la que activar el proceso. Una vez que ya está, trabajo relativamente rápido. En los concursos, puedo estar dos meses dando vueltas al problema, pensando, mientras desarrollamos otro proyecto o doy clases y, repentinamente, se generan los primeros dibujos, los primeros croquis y maquetas de trabajo que producen un efecto multiplicador, de ilusión y afán de seguir adelante. Son seguramente los momentos más bonitos e intensos. Luego viene el proceso posterior en el que uno tiene que estar más seguro de su capacidad instrumental, pero esto es más común, importante sin duda, pero menos interesante. Lo que realmente significa que un proyecto sea distintivo para ese programa, para ese sitio o para ese momento personal, es esa espoleta, ese catalizador que hace posible la reacción química.
Un ejemplo: con motivo de un viaje académico a Tarragona, estuvimos viendo con unos alumnos de la ESARQ de la UIC una antigua cantera romana. Paralelamente, nos habían invitado para un concurso de un balneario en Coruña. No estaba previsto ver esta cantera, y de repente, al entrar, ¡jo…! descubrimos unas piedras impresionantes, entre árboles, con la textura de dos mil años de antigüedad, en un lugar oscuro… y, al mismo tiempo, dándole vueltas a cómo abordar el proyecto del balneario. Al ver aquello me quedé tan impactado que le pedí a un estudiante que sacara unas fotografías de ese espacio natural y de las texturas. A partir de esas imágenes hemos lanzado el proyecto, incluso las plantas y las secciones que, en este caso, no son otra cosa que la traducción física de cómo excavar una gran roca.
Ya ves, se trata de una manera sencilla de hacer pero yo creo que muy arquitectónica; eso sí, densa. Por lo demás me gusta manejar personalmente todos los documentos del proyecto hasta que éste está en su punto final, desde los primeros croquis hasta los detalles, muchos de ellos dibujados por mí mismo a lápiz. Las plantas y las secciones se dibujan y redibujan en el estudio. Todos los aspectos compositivos exteriores me preocupan menos, sé que, al final, se producen de manera casi natural. Sin embargo la planta me parece un documento fundamental: no es un documento que tenga que ser bonito sino eficaz. Se trata de un documento que resume los aspectos más reflexivos de la arquitectura. Complementariamente, el valor del espacio, y por lo tanto de la sección, es muy importante. El ordenador tiene para nosotros un carácter muy instrumental. No se puede hacer un proyecto sin una visión global, a lápiz, sin una idea de las dimensiones de las cosas y el ordenador siempre te da una visión muy parcial.
Los nueve extractos que corresponden a la conversación, con Félix Arranz, son:
The nine extracts from the conversation with Félix Arranz are:
01 architecture is something that can be learnt | la arquitectura es algo que se puede aprender
02 un arquitecto de oficio | the trade of the architect…
03 intentar hacer cosas que no sé hacer | on trying to do things I don’t know how to do…
04 el paso intermedio | the intermediary stages…
05 saber el límite | knowing the limits…
06 obsesión por los materiales, por la materialidad | an obsession for materials, for the material nature of things…
07 como una espoleta | like a fuse…
08 le pido a un estudiante | what I ask of a student…
09 pregunta de un estudiante | a question from a student…
INDEX …self Patxi Mangado, 9 chapters extractos