El proyecto de Aranguren y Gallegos convierte el patio interior del edificio existente en un núcleo escenográfico que funciona como atrio y vestíbulo. Con el acceso por la calle Amaniel bajo un gran cuerpo-viga que funciona como dintel y con el mismo tratamiento para el plano del suelo y la fachada interior se configura un patio público.
El museo, que abrió sus puertas el pasado día 17 de noviembre, nace con vocación de convertirse en un referente no solo en España sino en Europa. Se ubica en un edificio de 1900 que albergó la primera fábrica de Cerveza Mahou en la capital, hoy reconvertida en un innovador espacio cultural. Situado en la calle Amaniel 29-31, junto al Convento de las Comendadoras, está llamado a revitalizar una zona que hoy respira modernidad en la calle, y que cuenta entre sus vecinos con renombrados centros culturales como el Conde Duque.
El edificio original es obra de José López Salaberry, arquitecto muy unido a la ciudad: participó en los planos de la Gran Vía, creó el Casino de Madrid, decidió el lugar que hoy ocupa la Cibeles… Y, casualidades de la vida, fue él quien diseñó la fachada del edificio de ABC y Blanco y Negro en la calle Serrano. El nombre del arquitecto vuelve hoy a unirse al del periódico promotor del museo. Lo primero que llama la atención al visitante es la fachada. Al ladrillo original se suma una gran estructura de cristal y metal que acoge la cafetería. Será una de las señas de identidad del nuevo museo, así como el original sistema de lucernarios horadado en el suelo de la nueva plaza, atrio de entrada al centro, con despieces triangulares que también lucen en la fachada interior. Todo ello forma parte de la remodelación del edificio, una propuesta que el estudio Aranguren & Gallegos ha llevado a cabo consiguiendo un equilibrio entre el respeto por el edificio original y la innovación.
El museo se distribuye en seis plantas, dos de ellas subterráneas. La sala de doble altura bajo el patio es el principal espacio de exposición. Las plantas sobre rasante, en el edificio antiguo, albergan también salas, oficinas y espacios polivalentes para talleres. El remate del edificio se realiza con el mismo tratamiento que la viga de entrada, enfatizando su presencia en el entorno.
Las salas expositivas se inauguran con "El efecto iceberg", una antológica de la Colección ABC. La colección comenzó a gestarse en 1891 y sigue creciendo. El comisario de la muestra, Juan Manuel Bonet, ha seleccionado 390 obras de entre las 200.000 con que cuenta la colección en sus fondos, con obras de más de 1.500 artistas, entre ellos Juan Gris, Dalí, Benlliure, Mingote, Enric Climent, Sáenz de Tejada, Penagos…
Además de la conservación, estudio y difusión de la Colección ABC, el nuevo museo, que dirige Inmaculada Corcho, nace con el objetivo de ser un espacio vivo, donde tendrán cabida disciplinas como el cómic y la animación, y está dirigido tanto a los especialistas como a todos los públicos. Aparte de exposiciones con fondos propios y ajenos, habrá talleres, conferencias, debates, premios, becas, publicaciones, concursos… Los jóvenes artistas dispondrán de un centro dedicado a la producción y el fomento del dibujo y la ilustración contemporáneos. Desde su apertura el centro promociona talleres para colegios y visitas guiadas.
Este ambicioso proyecto está impulsado por la Fundación Colección ABC y cuenta con el apoyo de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, además de la colaboración de las Fundaciones Santander y Mutua Madrileña, Caser, Prosegur y Schindler. El edificio fue inaugurado por los Reyes el pasado 22 de septiembre, coincidiendo con la tradicional Cena de los Cavia.
Ciudad: Madrid
Agentes: Aranguren & Gallegos Arquitectos
Edificios: Museo de dibujo e ilustración
Autoría de la imagen: ABC
Agentes: José López Salaberry
Agentes: Fundación ABC