El edificio es un antiguo laboratorio que va a ser sustituido por la nueva sede de la Delegación de Obras Públicas
Más de 150 expertos se han adherido a una campaña emprendida por el Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga para evitar que sea derribado el edificio de un antiguo laboratorio de control de materiales de la Consejería de Obras Públicas. El edificio es obra de Antonio Fernández Alba, premio nacional de arquitectura en los años 1963 y 2003, y medalla de oro de la arquitectura en 2002.
La Junta de Andalucía tiene previsto emplazar en la parcela que ocupa este laboratorio, en la avenida Ortega y Gasset nº 72, la nueva sede de la Delegación Provincial de Obras Públicas. Para ello, sacó a concurso la redacción del proyecto de sede, en cuyas bases se contemplaba la demolición del edificio. La elaboración de ese proyecto ya ha sido adjudicada por el Gobierno andaluz a José Manuel Sánchez-Carrero León.
Los arquitectos implicados en la causa sostienen que se trata de una «maravilla» en cuanto al empleo del hormigón armado, que supuso un punto de inflexión en la arquitectura de la segunda mitad del pasado siglo. Además, precisan que el laboratorio únicamente ocupa una parte de la parcela en la que se encuentra, por lo que plantean que sería viable su conservación y la construcción de un edificio de nueva planta junto a él.
El decano del Colegio de Arquitectos, Francisco San Martín, se mostró partidario de esa propuesta e informó de que ha remitido escritos a la Consejería de Cultura y a la de Obras Públicas para que mantengan el laboratorio en el proyecto para la nueva sede de esta última. «Un edificio de su estilo ya no se hace y no se parece a nada de su entorno, por lo que tiene un valor singular», señaló San Martín.
Según un artículo del profesor de la Escuela de Arquitectura de Málaga Javier Boned, el edificio posee «una concepción, diseño y finura de ejecución inigualables». «Es edificio de una sola planta, discreto y funcional, pero repleto de detalles magistrales, una pequeña joya de aires orientales. El artesanal encofrado del hormigón armado está puesto en este caso al servicio de un impecable lenguaje plástico, expresivo y cuasi-escultórico», precisa este profesor.
Ref.
Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga [www.coamalaga.es]
Fuente: Centro de Enlace AE, BCN