[Zetas] La intendencia que requiere un evento como el que se está celebrando estos días en Pamplona -el II Congreso Arquitectura y Sociedad- posibilita situaciones, rincones y ambientes que van más allá de lo que sucede sobre las tablas.
Sirva como ejemplo el discurrir del abundante público -desde estudiantes a profesionales consolidados- que se congrega en torno al gran zócalo del Baluarte cada mañana. Una vez dentro, la actividad frenética de los dispositivos digitales parece rivalizar con las tradicionales libretas o `Moleskines’ de aquellos que anotan o bocetan valiosos fragmentos de cada una de las intervenciones.
Oculto al gran público también queda el ritual de la rueda de prensa, donde cada uno de los ponentes bosqueja sus ideas y planteamientos antes de saltar al ruedo. Este es el caso de Lord Foster, quien trataba de disponer una serie de líneas maestras que hacían hincapié en la necesidad de satisfacer las necesidades sociales a través de un nuevo planteamiento de los conceptos asumidos como válidos y que quizá deban ser derribados. El británico comentaba también cómo `lo común’ deben ser aquellos espacios públicos que permitan constituir un tejido social consolidado, devaluando así al edificio como ítem y redefiniendo la arquitectura de hoy.
Quizá las respuestas a las múltiples preguntas – de gran peso- planteadas en la cita navarra no sean literales sino que se obtengan a través del registro y observación de pequeñas situaciones, gestos o movimientos.