Editorial 20250501 «En consideración el 6 de mayo: ¿semáforo en verde a la pasarela?…»

[consideración]
Del lat. consideratio, -ōnis.
1 f. Acción y efecto de considerar.
Sin.: observación, valoración, apreciación, reflexión, argumento, razón. [opinión favorable] reputación, prestigio, distinción, nombradía, celebridad, popularidad, relieve, ponderación, aprecio.
2 f. En los libros espirituales, asunto o materia sobre la que se ha de considerar y meditar.
3 f. Urbanidad, respeto.

Diccionario de la Lengua Española, RAE 

El inminente día 6 de Mayo el Pleno del Congreso de los Diputados tomará en consideración la Proposición de Ley presentada por el grupo socialista, la reclamada “ley pasarela RETA”. Una ley que no es sectorial sino general.
Es decir: es ley destinada a TODOS los profesionales que, voluntariamente o no tanto, están excluidos del servicio público de prestaciones y pensiones de la seguridad social. Prestaciones amparadas por la constitución española y que, sin embargo, persisten cautivas para arquitectos, aparejadores, abogados, procuradores y algunos otros colectivos profesionales.

Dicho de otro modo: se toma en consideración una ley que prevé otorgar a dos o tres centenares de miles de profesionales, si es definitivamente para todos ellos y ellas, el amparo que hoy por hoy alcanza a 23 millones de personas.
O sea: que alcanza al resto de todos los demás.

Ha sido muy injusto y muy no constitucional dejar fuera a arquitectos y abogados -mientras otros colectivos iban teniendo sus pasarelas sectoriales- cautivos y cautivas de empresas privadas, mutuas, que por mucho que se esfuercen es imposible que puedan cumplir el mandato constitucional. Empresas que como el Grupo hna dan como alternativa planes de ahorro obligatorios -es sonrojante llamarlos pensiones- que no son ni tan siquiera competitivos con los de las entidades bancarias y aseguradoras comerciales. No son competitivos porque no compiten; no compiten porque son obligatoriamente alternativos.

Una ley que requiere ser perfeccionada ya que excluye en su primera redacción, innecesaria e injustamente, a los pasivos que son los profesionales jubilados, sus parejas en situación de viudedad o su prole en situación de orfandad; estableciendo además filtros arbitrarios que dejan en la intemperie mutual alternativa a generaciones enteras. 
Se ha de perfeccionar en el debate parlamentario, es lo que se espera.

Se ha de llegar, por fin con esta ley, a ese punto en el que lo complementario vale, no hay problema; pero ¡ya vale! con lo alternativo.

Ahora es momento preciso para afanarse en cuestiones varias, la primera y obligada es de reconocimiento y agradecimiento a las agrupaciones de la abogacía que desde sus plataformas llevan ya tiempo reclamando la ley; agradecimiento a los compañeros y compañeras que desde hace muchos años han intentando abrir los ojos a los demás, con poco éxito ya que habitualmente se limitaban a protestar por escrito, sin respuesta o con respuesta evasiva, ante las mutuas por lo que pensaban que era una situación individual, siendo como es colectiva; agradecimiento a los compromisarios y compromisarias de la mutua hna que han intentado dar compromiso, labor y sentido social a su figura y con ello al fondo de lo que fue originalmente la reglamentación estatutaria, explicando la realidad de la oferta mutual, desvelando equívocos comerciales que pueden ser prescindibles para los clientes de las mutuas, representando y defendiendo el interés de los mutualistas, denunciando la praxis interna de la mutua, el sinsentido de unas asambleas en las que el voto automáticamente delegado a la presidencia supera lo sensatamente tolerable…; agradecimiento a los partidos políticos por tomar conciencia de la situación y cada uno de ellos, desde los planteamientos ideológicos o de grupo social que les corresponden, defender la puesta en marcha del mecanismo de ley; agradecimiento a la Asamblea del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España por subir a tiempo, ante el coraje unánime de juntas colegiales como la gallega y de miembros de juntas de otros colegios, delegaciones y demarcaciones como las del asturiano, sevillano, riojano, aragonés, catalán, valenciano, castellanoleonés, vasconavarro, consejo andaluz, murciano,… prácticamente todos, que han obviado los temores, prejuicios o veteasaberque de algunos decanos y decanas temblorosos, temerosos o atrapados/as en melancolías corporativas de cuño caducado; agradecimiento a ese puñado de colegiados murcianos y vascos, peleones para fortuna colectiva, que en una actitud mas alejandrina (eficaz, abierta y estratégica como Alejandro Magno, a pesar del número de efectivos iniciales) que no numantina (de defensa cerrada, suicida) y con una dimensión moderna, didáctica, educada, paciente y generosa se cuentan ya como millar, asociados en ANMARQ, prontos y prontas a celebrar que le han dado cuerda al reloj, que la civilización persiste, que… “eppur si muove” (*).

A todos ellos y ellas, gracias, no cejéis en seguir empujando, por favor. Galopando hasta el mar.
Vamos ahora a ver la altura de nuestra clase política y a comprobar si son desde el congreso capaces de llevar su labor, de negociación y necesario entendimiento, a puerto; evitando en su singladura derivas o naufragios absurdos por falta de brújula. 

ANMARQ, con su propuesta de enmiendas a la ley ofrece esa brújula, norte, un camino viable, sostenible y asumible, de justicia constitucional, para todos. 

Háganles caso señores políticos que nos representan, por favor; las gracias que hoy no podemos darles son por ahora a plazo fijo, sin ipc y en 12 entregas anuales. Sea pronto agradecimiento sin condiciones.

Querido Josep Lluís Canosa, tan apenas unas semanas atrás hablábamos de tu antaño trabajada hna, una entidad que –desde que muchos años atrás dejaste de participar en su equipo directivo, desde que se desvaneció la ilusión solidaria de los de tu linaje que con otros se adelantaron al tiempo y manera contemporáneos poniendo en marcha un mecanismo corporativo de previsión social, anterior al sistema público– ha puesto rumbo obtuso a la ceguera por el factor humano en favor de la avispada avidez financiera de un negocio legal pero muy discutible, doloroso para muchos, en el borde de límites terribles, que favorece apenas a unos pocos privilegiados de una élite que desfallece por fortuna, de una manera periclitada en sus formas, cutre en los gestos de sus directivas y empleados autómatas, aparentemente ajena sin remedio a la realidad social actual y de reparto del trabajo de los profesionales.
Tus ojos, Josep Lluís, que anteayer se cerraron con tu despedida de la vida, brillaban cuando hablábamos de todo ello, inteligentes como siempre, intensos, afectuosos e incondicionales. Descansa en paz y, ojalá, quizás podamos pronto brindar en tu nombre y en el de quienes tienen derecho y fe en la puesta en marcha de una ley que tu vieja hna, la original, hubiese celebrado y, esperemos, también la actual ya que le conviene.
Diles a Luis, a Enric, a Manel, a Oriol… a los compañeros tan queridos que han ido yéndose que no nos olviden. Diles a esa generación que reformuló nuestra profesión en este país y que poco a poco nos va dejando en la pasarela de la vida, que no nos olviden, por favor.
Gracias Josep Lluís.