[Sonia Blasco desde Sydney, Australia, para scalae.net]
PRINCIPIOS: (scalae) Tu experiencia de vida y trabajo actual "al otro lado del planeta"… ¿te ha obligado a entenderte a tí misma de un modo diferente como arquitecto? Es decir: ¿piensas que está modificando tu modo de pensar personal y profesional?
SB – En absoluto, yo soy la misma como persona y como arquitecto. ¡Es esta una profesión nomadizable y transportable como pocas! Eso es una grandísima suerte y nos da una ventaja estupenda sobre otros profesionales a la hora de emigrar. Nosotros los arquitectos llevamos puesta la capacidad de observación análisis y resolución de realidades complejas y eso pesa poco y sirve en todas partes. Podemos, además, expresarnos dibujando lo que es muy útil cuando las palabras no fluyen al ritmo que tu querrías porque estas usando una lengua distinta a la que usas para pensar. Aquí he caído en la cuenta de la suerte que tengo de ser arquitecto y en lo difícil que debe ser para un abogado, por ejemplo, trabajar en un país que no sea el suyo: ellos dependen de las palabras y no pueden ayudarse con el lápiz y el saber acumulado les sirve de bien poco en otro lugar. Un abogado formado en España esta casi atrapado alli. Un arquitecto formado en España es fácilmente exportable y ademas bien considerado en el resto del mundo. El buen crédito nos precede y eso es una alfombra roja.
PROCESOS: (scalae) Saliste de la península, posiblemente, con unos hábitos, habilidades y competencias de trabajo y, sobre todo, con una manera aprendida y probada de desenvolverte como arquitecto. ¿En qué medida has podido mantener esos hábitos o has tenido que modificarlos/cancelarlos/ampliarlos en base al tipo de trabajo y relaciones que actualmente son tu día a día?
SB – Las habilidades y competencias necesarias para desenvolverse bien como arquitecto son iguales en todas partes. Hace falta, eso si, darle la vuelta como a un calcetín a los hábitos. Aquí el sol viene del norte, se conduce por la izquierda, las estrellas no están nunca donde esperas verlas, los animales son raritos o venenosos y para colmo de males los humanos hablan todos en inglés. Pero los clientes, los promotores, los ingenieros de instalaciones, los “project managers”, los ayuntamientos y las comunidades de vecinos son cortaditos con el mismo patrón que los nuestros.
Los ladrillos no son iguales que en España, claro, ni las armaduras, ni los perfiles metálicos, ni las normativas urbanísticas, ni nada de nada. Pero si uno sabe pensar y resolver problemas, lo hace con lo que tiene a mano y aprende a la velocidad del rayo.
SITUACIONES: (scalae) Posiblemente la distancia y el tiempo ya transcurrido te permitan relativizar mucho. ¿Qué recomendaciones ofrecerías a alguien que en este momento se esté planteando "dar el salto"? y, complementariamente, ¿qué visión te queda/llega del contexto actual social/político/profesional europeo y español?
SB – Emigrar es como tener un hijo, si lo pensaras mucho nunca lo tendrías. Es insensato lo mires por donde lo mires. Hay que dejar de darle vueltas y echarle pasión!
Pero ademas de pasión e insensatez, si le echamos raciocinio, esta es una buena región del mundo en términos macroeconómicos y sociopolíticos: crece a buen ritmo, es políticamente estable, incluye el voraz mercado asiático y es, no solo occidental, sino anglosajona en su manera de hacer negocios, es decir, seria y fiable, directa y eficaz.
Y, excusando de antemano la generalización, los españoles aportamos un buen bagaje en términos de diseño, visión de ciudad y espacio público, sensibilidad respecto al patrimonio y una capacidad pasmosa para navegar con éxito en los laberintos institucionales.
Buena tierra pues, y buenas semillas: "Wether you think you can or you think you can’t, you are right" . Henry Ford