Para atravesar la complejidad que suponía pasar de un estadio inicial de las intuiciones iniciales a la actual situación de transformar cada ejercicio, programa o proyecto en una voluntad de realidad. Ha sido un trabajo extraordinario y hermoso que no ha hecho más que empezar. Y este trabajo, de una extrema ambición y al que dada su complejidad y novedad le han estado a veces negadas la perfección, y se ha desarrollado necesariamente y en muchas ocasiones sobre el error mismo, se acerca a esa idea de perfecta innovación, con una voluntad y una intensidad, que situaciones como la Bienal no han hecho sino confirmar como un acierto.
Las mesas en las que mostramos el trabajo de los alumnos el julio pasado anticipaban imágenes de los trabajos que luego hemos visto en la Bienal de Venecia. Y esta “coincidencia” nos permite seguir con la ilusión de que esta línea de trabajo es la única sobre la que es posible desarrollar los programas docentes más avanzados. Los programas que buscan las soluciones que hacen de la arquitectura simultáneamente una entidad social y una obra de arte.
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Y LO HUMANO…
Reivindicar la belleza en un trabajo como la arquitectura podría parecer un quehacer denostado, como si esa búsqueda distrajera de otras importantes tareas, como si supusiera hablar de situaciones de privilegio, como si ello implicara un enmascaramiento de cuestiones más relevantes política y socialmente.
Pero nosotros no entendemos que pueda desarrollarse un trabajo riguroso sin que en un momento u otro su visibilidad cuestione o refrende nuestras imágenes e ideas acerca de la belleza. Ese es el título de una de las más hermosas instalaciones de Olafur Eliasson. Es una instalación en la que es la técnica la que determina su existencia: la luz estroboscopica proyectada sobre el agua. La belleza como técnica, como han propuesto tantos, como subyace de modo permanente en los trabajo de Buckminster Fuller. Tal es una manera que nos parece realmente extraordinaria y actual de enunciar el modo cómo debe este tema ser introducido en la arquitectura: la belleza como una técnica. La arquitectura como energía. La energía como conocimiento. He aquí nuestro programa de trabajo.
Alicante Septiembre 2008