El arquitecto Manuel Ruisánchez nació hace ya 50 años en Durango, aunque se considera catalán de adopción. Estudió en la ETSABarcelona, bajo la influencia de Oriol Bohigas. Tras finalizar los estudios pasó a ser uno de los llamados “lápices de Oro”, una generación que trabajó intensamente en la remodelación de la Barcelona Olímpica tanto desde los estudios profesionales como desde la administración pública. Desde sus inicios, su inquietud intelectual le ha llevado a trabajar en una gran diversidad de proyectos, se ha sentido especialmente interesado en aquellos en los que la arquitectura no acaba en el edificio, sino que se ve obligada a lidiar con el paisajismo y con el urbanismo. Un arquitecto que considera que lo fundamental, más allá de lo urbano o extraurbano, es la escala.
Manuel Ruisánchez, arquitecturas más allá del edificio
17 de noviembre de 2008