…a propósito de la convocatoria en Sevilla de una sesión de grandes espectativas…

1 de julio de 2024

Paloma común, Columba livia

Editorial publicado en el boletín SCALAE de 1 de julio de 2024 [ver el boletín]

[SCALAE, editorial]

[calidad]
Del lat. qualĭtas, -ātis, y este calco del gr. ποιότης poiótēs.
1. f. Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor.

[carácter]
Del lat. character, y este del gr. χαρακτήρ charaktḗr, der. de χαράττειν charáttein ‘hacer una incisión, marcar’.
1. m. Señal o marca que se imprime, pinta o esculpe en algo.

Diccionario de la Lengua Española, RAE

 

En el editorial de abril abordábamos las definiciones relacionadas con la regeneración, en abstracto, y la urbana, en concreto.
Y bien… la exploración en ruta, que iniciamos en pandemia con las «tardes de acentos y gatos», y que también referenciábamos para las sesiones de enero en A Coruña y en Marzo en Barcelona, prosigue en una nueva sesión en Sevilla, el día 3 de julio (1) que conecta con la inquietud regenerativa.
De hecho será una sesión en la que sabremos, de mano directa, en la voz propia de quienes concibieron los proyectos y obras, sobre tres derivadas que atraviesan objetivos de regeneración o, incluso, de generación, sin “re”, urbana.

Precisamente y, para mejor situar los términos y orientar a navegantes, transcribo la declaración legal al respecto que ofrece el Instituto Nacional de Urbanística italiano:

Regeneración urbana no es una categoría de intervención exclusiva del sector técnico; puede tratarse de un proyecto colectivo, un pacto social en el cual redefinir los roles de todos los actores, públicos y privados, para delinear el futuro de las ciudades en las cuales quisiéramos vivir, asignando a los valores sociales y ambientales una relevancia económica, poniendo en el centro de la atención la habitabilidad y las relaciones inducidas por la calidad de los espacios públicos” (XXIX CONGRESO INU, 2016).»

Consideración que los profesores Emanuela Coppola e Alessandro Sgobbode la universidad de Nápoles Federico II matizan:
«El término “regeneración” a menudo se confunde con el término “rehabilitación”, frecuentemente utilizados como sinónimos, pero en realidad muy diferentes en cuanto a que:

– La rehabilitación urbana se caracteriza por intervenciones estructurales en edificios y, además, puede aplicarse también a aspectos específicos, como la recualificación energética, es decir, a la eficiencia energética de los edificios;

– La regeneración urbana, en cambio, es un concepto más amplio que hace referencia a una gestión inteligente del espacio urbano que se realiza teniendo en cuenta las cambiantes necesidades sociales y económicas.

La regeneración urbana, por lo tanto, no es una herramienta sino un método que no tiene reglas predefinidas y debe adaptarse al caso concreto. No es una solución inmediata, por lo que se requiere tiempo para apreciar sus resultados positivos.»

Bien, pero pienso que los procesos, de generación o de regeneración, urbanos, especialmente cuando no son espontáneos sino programados, han de incluir también la oferta a la ciudadanía de imaginarios, tanto abstractos como físicos. Me refiero a lo que -en cualquier tiempo-  llamaríamos «carácter» de un lugar, algo que se alimenta no sólo de valores éticos sino también estéticos. El rostro como espejo del alma urbana, lo que termina siendo característico de un lugar. ¿No es irrenunciable? En consecuencia, si tuviera la opción, cambiaría la palabra «calidad» de la definición oficial italiana por el término «carácter», comprensible cuando de ciudad o arquitectura estamos hablando. Calidad es palabra, actualmente, vaciada de contenido. Carácter no, es compromiso, es exigencia de imaginario.

Pues ahí queda… el miércoles seguiremos el hilo, en tres colores diferentes… podréis ver las correspondientes cápsulas y debate dentro de unas semanas si no os animáis a venir a Sevilla.

 En cualquier caso… os esperamos. ¡Ojo con los golpes de calor!

 

Félix Arranz
Arquitecto y editor de SCALAE

 

Editorial publicado en el boletín SCALAE de 1 de julio de 2024 [ver el boletín]