…y silencios

1 de diciembre de 2023

DHub BCN, exposición «Els Nous Realistes»

Editorial publicado en el boletín SCALAE de 1 de diciembre de 2023 [ver el boletín]

[SCALAE, editorial]

algarabía
Del ár. hisp. al‘arabíyya, y este del ár. clás. ‘arabiyyah.

1. f. coloq. Gritería confusa de varias personas que hablan a un tiempo.
Sin.: bulla, griterío, gritería, vocerío, algazara, algarada, bullicio, alboroto, guirigay, escándalo, confusión, tumulto, juerga, jarana, jolgorio, jaleo, follón, zapatiesta, trapatiesta, tiberio, periquera.
Ant.: silencio.

2. f. coloq. Lengua atropellada o ininteligible.
Sin.: jerigonza, galimatías, guirigay.

3. f. p. us. árabe (‖ lengua).
Sin.: árabe, arábigo.

4. f. p. us. Enredo, maraña.
Sin.: enredo, maraña.

Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española

 

Si estás o caes por Barcelona de aquí al 7 de febrero tienes la oportunidad de explorar una motivadora exposición de sugerentes arquitecturas que, en mi opinión, se ha planteado por su comisariado como un juego. Un juego de adivinanzas, un reto que consiste en interrogar a cada posible visitante con la cuestión: Ojo con lo que ves… ¿Sabes de qué estamos hablando?
Que por otra parte es algo característico de las exposiciones que merecen la pena.
Si, también en mi opinión, la exposición “Els Nous Realistes”* que puede visitarse en el DHub – Museu del Disseny ofrece un laberinto en el que cada cual ha de localizar su hilo de Ariadna, no tanto para salir sino todo lo contrario: para atravesar su piel y desentrañar los “secretos” que de y a voces, quizás, alberga.

Un repaso a las crónicas de autoridades periodísticas da como resultado un pequeño barullo, testimonio de quienes han deambulado intentando encontrar la salida -si, en mi opinión- que oscila entre el re-comisariado (la voz informativa selecciona y degusta del menú lo que considera emblemático) y la perplejidad emocionada (la voz, atrapada en su implicación, concluye que salir de la exposición supone regresar a la ficción, que es la cruda realidad. Esa frase, en el tiempo añadido del texto, sonando la campana, resulta ser uno de los mejores remates de artículo que he leído, que en su fondo recuerda aquello de los informáticos: “¿Bloqueo?… prueba a salir, para volver a entrar”)

Pero, debo insistir, la sensación es que no se te pide ni elegir ni salir sino algo mas trivial, obvio aunque arriesgado: entrar, pero… ¿Dónde?

Opción primera, entrar a lo que ves. He oido que entrar a una discusión de tendencia o de estilo, términos a elegir según quien observe y sea su particular mochila de obsesiones privadas. Personas de mucho criterio concluyen: es moda. ¡No! Es una conclusión que deja a las claras que quien la emite ha quedado fuera, no ha conseguido o no ha querido entrar en el trenzado de modos, maneras y valores, diversos, que supone la cultura ancestral del sur europeo, la mediterránea y, mas concretamente aún, cuando se refiere al hábitat íntimo, a los lugares donde se desenvuelve la vida cotidiana. La arquitectura expuesta viene de manos que saben remar mirando los lugares de donde procede su transitar, bogando.
Opción segunda, entrar a lo que tocas. También he oido que es una discusión sobre lenguaje, o si se prefiere, sobre (un) sistema de combinatoria de (unos) materiales. Pienso, como en la opción primera, que este camino tampoco deja entrar. Incluso puede que sea camino directo al exterior de la discusión que, en todo caso, puede que tenga mas que ver con lo contrario: con la gestión de valores -incluido el de urgencia- y con la habitabilidad entre los vacíos que delimitan sistemas y materiales, cualquiera de ellos, incluso los no expuestos.
Opción tercera, entrar con los ojos (prejuicios) cerrados e imaginar que los objetos y documentos expuestos son voces a escuchar… para tratar de localizar si hay algarabía y, si la hay, dónde está. Dónde la discusión entre esas voces marca lugares en la exposición en los que el “jaleo” es palmario. Y una vez descubierta la concentración de las voces, la algarada, el grupo real, la vida misma… preguntarte: ¿Se trata de un desinhibido y alegre coro a capela o se trata de murmullos inquietos, solistas, ante una amenaza común?

Aporto mi “spoiler” personal: el lugar que ofrece la exposición, exquisito en su aspecto general, te empuja a una agradable y profesional deriva entre objetos, imágenes y elementos deliberadamente mezclados y de los que no siempre es evidente su correspondencia con las situaciones de arquitectura que supuestamente se catalogan. 
Es decir: no se te pide comprender o valorar, sino fluir.
Sin embargo, cuando piensas que has llegado hasta el final, cuando empiezas a sospechar que el juego NO es ese derivar, lo que encuentras es el alzado del coro, las voces, en un mural donde -a la misma escala y rigurosamente en planta- es posible medir y comparar las arquitecturas expuestas. Es en ese momento en el que sospechas que te están retando, que te están diciendo Pero… ¿no sabes de qué estamos hablando?
Con esa sospecha tronante, regresas a la sala central, el ombligo de la exposición, donde súbitamente te parece que las arquitecturas que se muestran en el perímetro de la sala, sus voces, vociferan que mires al silencio, al suelo de la sala, a la escala 1:1, la escala real.
Bendita algarabía, imaginas.
Porque en ese momento terminas por aceptar que, si, que el griterío es antes simultáneo que unánime y que lo que te está diciendo ese bullicio es: ¿Sabes de qué estamos hablando? ¿Sabes cómo vivir -proyectar, si eres arquitecto- la vivienda?, ¿Sabes lo que la hace íntima, real, y también de todos, en cualquier tiempo, momento, posible?, ¿Sabes sobre tu propio silencio?, o… ¿Te has acostumbrado a aceptar el ruido sin ruta de la comodidad de no saber, el guirigay de la seguridad instintiva de tu supuesta capacidad de supervivencia?. ¿Es a esto a lo que has llegado, tu maraña? ¿Es así tu manera de entender y vivir lo convencional?

Y es el momento en que has de salir, claro que si, y volver a entrar. Y empezar, pero ya no de cero, como en tantas otras cosas de la vida.
Ya no eres la misma persona, ahora sospechas.
Sé valiente. Hazlo**.

Félix Arranz
Arquitecto y editor de SCALAE

 

* La exposición ha sido comisariada por los arquitectos y profesores Joan Roig y Carme Ribas, con el apoyo del Ministerio de Cultura del Gobierno de España, Barcelona Capital Cultural y Científica y el Disseny Hub de Barcelona.
** El Consejo Editorial-Industrial 2024 de SCALAE***, acordó y ha activado, con el apoyo de los comisarios de la exposición, la emisión en el primer trimestre de 2024 de nuevas cápsulas de la serie «Trazas Trazos Trozos» en una variante peculiar dedicada a las arquitecturas expuestas en «Els nous realistes». Es nuestra manera de hacerlo: ofrecer, sin intermediación, espacio, recipiente y formato a las voces de cada una de las situaciones habitables expuestas.
*** Cricursa, Lamp, Geze, Cosentino, Figueras, Jansen, Bandalux y Roca.

Ilustración: fotografía del muro vociferante, por turistas anónimos

Editorial publicado en el boletín SCALAE de 1 de diciembre de 2023 [ver el boletín]