[Jaume Prat] [SCALAE]
Las puertas del Espai Barberí estaban abiertas para el acto de clausura celebrado el pasado viernes 30 de agosto. Lo han estado durante toda la duración del taller a cualquiera que haya querido entrar para conocer las instalaciones. El acto contó con la presencia del alcalde de Olot y el rector de la Universidad de Gerona, pero se celebró sin representación de ninguna de las instituciones que representan o forman arquitectos en el país. Ha sido el segundo año que el workshop se ha celebrado en su formato actual. Su estructura se ha consolidado y evolucionado hacia una mayor complejidad que ha llevado (que llevará) al curso a abrirse a otras disciplinas como la pintura, el cine, la fotografía e, incluso, la gastronomía: RCR Arquitectes percibe una necesidad de apertura de la profesión que pasa tanto por una reformulación de nuestra manera de vivir y nuestra relación con el medio, y el potencial de transformación social asociado a este hecho, como por otra relación con el mundo del arte y con las diversas técnicas que conforman nuestro oficio. Por todo ello, los participantes se ven constantemente sacudidos por estímulos múltiples que poco o nada tienen que ver con el trabajo directo que les ha sido asignado.
Esta necesidad de dispersión se ha llevado al extremo de no poder hablar, de hecho, de un workshop de verano: han sido dos, uno de arquitectura y uno de audiovisuales, cuyos alumnos se han ido mezclando al ritmo de sus intereses.
El operar al margen de la academia es clave para el funcionamiento del taller: no sería fácil poner nombre a lo que allí se enseña, o a lo que se pretende que asimilen los participantes: un corpus complejo de actividades y técnicas que van desde la escala territorial al detalle constructivo pasando por las escalas intermedias, la gestión económica o un concepto de la sostenibilidad que implica no sólo los factores medioambientales, sino un cuestionamiento del programa que rentabilice la inversión necesaria para sacar un proyecto adelante. Este modo de trabajar, más cercano al funcionamiento real de un taller de arquitectura, sólo es posible gracias a la libertad que otorga operar al margen de la academia, de los programas docentes prefabricados y de las estructuras esclerotizadas. Y funciona. Funciona tanto que el workshop se ha convertido en marca de prestigio capaz de atraer a Ryue Nishizawa, director del estudio que lleva su nombre y 50% de SANAA, a conocer la obra de los arquitectos antes de dar una conferencia que permita conocer las claves de la suya propia. Adicionalmente, algunos diálogos establecidos entre Nishizawa y RCR Arquitectes fueron documentados por Scalae y RCR Arquitectes para un posible uso posterior.
El lugar de celebración fue, asimismo, determinante: el workshop se siente claramente en la vida de la ciudad, en sus calles, bares, instalaciones deportivas y locales nocturnos. El Espai Barberí se revela como un polo de atracción que el público local, acostumbrado a encontrarlo cerrado durante su actividad diaria, visita con curiosidad el espacio, mezclándose con amigos de los participantes y el cada vez más significativo público que la propia arquitectura de RCR arrastra a la ciudad. Tal intensidad de visitas introduce un factor de dispersión adicional a los participantes.
El workshop ha contado este año con la colaboración de Scalae en tareas de documentación y producción de contenidos que puedan tener valor futuro: los contenidos se trabajarán para su pervivencia posterior. Dentro del campo editorial, la Fundació RCR-Bunka ha editado un libro de fotografías que recoge la exposición que Emiliano Roia ha exhibido en el workshop. El libro se entregó, como obsequio, a todos los participantes. El acto terminó con una celebración en la Carpa de Les Cols, con una despedida hasta el año que viene en que el Workshop celebrará una nueva edición. Que, seguro, profundizará en esta manera de entender la arquitectura.
Ciudad: Olot
Agentes: RCR arquitectes
Agentes: RCR-Bunka fundació privada
Agentes: SANAA: Kazuyo Sejima + Ryue Nishizawa
Agentes: Ryue Nishizawa
Edificios: Espai Barberí
Autoría de la imagen: Carles Sánchez-RCR Bunka