…sobre proyectos inacabados y ruinas modernas: Álvaro Siza en Panticosa

[Zetas] Con el comienzo de la nueva temporada invernal en el pirineo aragonés, los principales centros invernales ponen a punto su infraestructura de ocio y hostelería. A 1.636 metros de altitud, en pleno valle de Tena, se encuentra el Balneario de Panticosa. Histórico enclave turístico y de ocio, descubierto por los romanos, intensificó su uso desde finales del siglo XVII, con la construcción de una casa de baños. Desde entonces, el Balneario asistió expectante a distintas etapas, que lo llevarían a ser uno de los principales puntos de ocio y descanso de la península durante el siglo XIX.

Tras pasar sin pena ni gloria desde finales de los años 80, el efervescente sector inmobiliario español de principios del siglo XXI no fue indiferente con respecto a Panticosa. Un acuerdo entre la inmobiliaria Nozar y los entonces propietarios –entre los que se encontraba el Ayuntamiento de Zaragoza- permitió la puesta en marcha de una serie de inversiones que tenían como objetivo la restauración y ampliación de éste lugar.

Para esta tarea, la promotora decidió contar con primeros espadas de la arquitectura peninsular, como Rafael Moneo y Álvaro Siza, con la asistencia del arquitecto local Sixto Marín, reciente ganador del premio García Mercadal que concede el COAA. En concreto, se encomendó al portugués la realización de un centro de alto rendimiento para deportistas que contaría con casi 5000 metros cuadrados de superficie.

Dificultades de financiación, así como la llegada de la crisis económica actual, dilataron los plazos del proyecto “Panticosa Resort” y acabaron por dinamitarlo en el año 2007, con la paralización de los trabajos. Al margen de los edificios concluidos –como el propio centro termal, obra del estudio Moneo-Brock- esta paralización dio lugar a la aparición de numerosas ruinas modernas, entre las que se encuentra el casi concluido Centro de Alto Rendimiento.

Este edificio, que aglutina los rasgos característicos y definitorios de la obra de Siza, quizá no fue correctamente entendido por las gentes del lugar, para las que probablemente el contraste entre la morfología del edificio y su delicada situación en las faldas de los Picos de los Infiernos, representaba una agresión al entorno. Actualmente parece que el Balneario de Panticosa resucita lentamente, inaugurando espacios que hasta la fecha, languidecían de manera alarmante… y el Centro de Alto Rendimiento Victoria espera su turno, mientras la vegetación se apropia lentamente de él. No son muchos los que saben que, el elegante edificio de muros blancos junto al cauce de agua, es obra del maestro de Matosinhos.