21 de noviembre de 2012

Principios y procesos de una situación plural.
Sobre Sevilla, un gesto que estamos esperando y no llega, sobre acciones políticas que mas parecen venganza que ilusión, sobre gestos que sobran y aburren, sobre un debate próximo y necesario sobre… lo próximo y necesario para quienes no llegan a fin de mes, habían confiando en un trabajo que ya no existe y ven, con terror, en el buzón el aviso de la domiciliación hipotecaria…

¿Problemas sin solución?: el del alacrán cuando se disculpa con la rana que le ayudaba a cruzar un río, por picarle en la espalda a mitad de recorrido a pesar de haber jurado que no lo haría. «Es mi naturaleza», se disculparía si hablase el alacrán, mientras naufragan rana y alacrán para ahogarse. 

En España, en adelante Iberia para centrarnos en el territorio peninsular y en la idiosincrasia de quienes lo habitamos, parece que insiste en aflorar ese espíritu, quizás mentalidad. El problema (¿sin solución?) no es la carencia de inteligencia, ni tan siquiera de cultura, sino que es la falta de mentalidad, la ausencia de un plan humano profundo. El problema es el dominio exclusivo, en el lugar de ese plan, del aguijón de conquistas, pleitos y negocios como razones y motivos. Sin plan, sin proyecto tienen barra libre los automatismos, la improvisación, el «sálvese quien pueda», las caras sorprendidas, las disculpas… y los ahogados.

Y descubrimos que Sevilla parece no tener plan. porque a la historia gráfica reciente de las ciudades y de la arquitectura ibérica se suma ahora la foto de su alcalde, cerrando manos con responsables de La Caixa al modo de los mosqueteros -todos a una- y satisfecho a raudales por cerrar un trato que desplaza en minutos un esfuerzo colectivo de años. Vázquez Consuegra identifica en sus reflexiones sobre el Caixaforum Atarazanas de Sevilla el núcleo de ese esfuerzo plural: «En unos tiempos en los que se está produciendo una implacable sustracción del espacio público en nuestra ciudad entendí que el proyecto Caixafórum podría ser una magnífica oportunidad para ofrecer a la ciudad un nuevo espacio público, esta vez cubierto, el espacio público más cualificado de la ciudad: La plaza pública cubierta de las Atarazanas medievales.«

No podemos conformarnos con pensar que se trata de una polémica local, enredada hasta la locura en tribulaciones personales, explicada con tino y al detalle por MJ Florencio en su artículo «Gol a la Junta, autogol a Sevilla«, documentada en la nota de scalae «…va a ser en la Torre Pelli y no en Atarazanas» y necesitada en la convocatoria «Recogida de firmas para Rehabilitación de las Reales Atarazanas de Sevilla como centro cultural Caixaforum«. Nos afecta a todos.

Y así ójala sea cierto que alguien que no es Vicente Todolí, pero tiene su impulso, trabaja ya con inversores extranjeros, quizás orientales, para restituir, rehabilitar, una cuidada idea; y ójala sea bulo sin fundamento que la Torre Pelli, antes CajaSol, es edificio e inversión que antes de terminarse requiere su completa rehabilitación funcional y de usos, aunque puestos: ¿sería un sueño pensar en esa torre como lugar de viviendas sociales para familias desalojadas por el negocio y el pleito hipotecario? Necesitamos un gesto. Ya. Sevilla lo merece.

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