¿reset?
No cabe duda de que el sector de la arquitectura vive un momento de grandes transformaciones y dificultades, por lo cual la pregunta formulada en este encuentro es sin duda muy pertinente. Desgraciadamente, si nos centramos en la fotografía profesional de arquitectura, más que de “Reset” deberíamos hablar de “Requiescat In Pace”, porque nos encontramos en una situación en la cual la suma de circunstancias negativas parece imposibilitar la continuidad de nuestra profesión, al menos en los términos en los cuales la hemos conocido hasta ahora.
Los fotógrafos de arquitectura nos encontramos actualmente en el centro de una «tormenta perfecta» originada por la crisis de las publicaciones especializadas –lastradas por la competencia de Internet, la caída de la publicidad y los crecientes costes de producción y distribución– y por la enorme precariedad económica del resto de nuestros clientes tradicionales –los arquitectos, las inmobiliarias y las empresas constructoras–. Por si esto no fuera suficiente, la implantación de la fotografía digital facilita enormemente la realización de fotografías de buena calidad por parte de aficionados con mínimos conocimientos. Así que es previsible que, cada vez más, los profesionales del mundo de la construcción irán cubriendo sus necesidades de manera autónoma y sin tener que recurrir a fotógrafos especializados.
Incluso en una perspectiva de recuperación económica, difícilmente se puede imaginar una decidida reversión en esta tendencia, así que no hay mucho margen para el optimismo respecto al futuro de nuestra profesión.
Desde mi punto de vista, la situación de los arquitectos que se dedican al proyecto y a la construcción es distinta, aunque ellos también se enfrentan a una crisis de proporciones inéditas, al menos para nuestra generación. En su caso, la ingente realización de equipamientos llevada a cabo por las administraciones en las últimas décadas, el conspicuo excedente de viviendas y el exceso de profesionales disponibles, representan en estos tiempos de dificultades económicas un lastre difícil de soltar. Sin embargo, y aquí en mi opinión radica la diferencia con los profesionales que nos dedicamos a la fotografía de arquitectura, la sociedad va a seguir necesitando su saber hacer. Es verdad que los muchos excesos que se han dado en tiempos recientes han mermado el prestigio de la profesión pero, superado este momento de crisis –tanto desde el punto de vista de la economía como de la confianza– se volverá a demandar con fuerza a expertos que organicen nuestro entorno y diseñen los espacios donde se desarrolla nuestra vida.
Si quiere mantener su nivel de bienestar y desarrollo la sociedad no podrá dejar de lado unos técnicos cuyos conocimientos y experiencias pueden y deben influir positivamente sobre nuestra calidad de vida. Siempre ha sido así desde los tiempos de Aristóteles quien, hace 2.300 años escribía: «la felicidad de los pueblos reside en la belleza de sus ciudades».
[nota scalae] La ponencia, tal y como se presentó en el encuentro, vino acompañada de un comentario mas extenso en el que las imágenes adjuntas suponían un soporte de contexto. Las imágenes son capturas de la proyección de pantalla >>>>>
