Cómo ya explicamos en Scalae en su día, la primera convocatoria, ganada por Alejandro Zaera, se anuló debido a que el pliego de condiciones estipuló unos honorarios y costes del edificio insuficientes para ejecutar la lonja tal y como fue diseñada.
A la segunda convocatoria del concurso se presentaron once equipos de arquitectura e ingeniería entre los que hay tres equipos que ya participaron en el primer concurso: Foreign Office Architects (FOA) de Alejandro Zaera (primer premio), Astigarraga y Lasarte (segundo premio), y el equipo formado por Sertesa y Jon y Naiara Montero. Únicamente el equipo formado por Idom y Actx, decidieron no presentar esta segunda convocatoria despues de haber participado en la primera. A parte de los cuatro equipos citados, también se presentaron a esta convocatoria Proes, Ustaritz, Mangado, Beldarrain, Asmatu, Altair y Ángel de la Hoz, en unión con LKS. De estos once equipos, se seleccionaron tres finalistas que obtuvieron la máxima calificación técnica del jurado, que fueron: Astigarraga y Lasarte, Alejando Zaera y Proes Ingeniería y Arquitectura.
La Comisión de Expertos creada por la Autoridad Portuaria ha escogido finalmente el proyecto de Astigarraga y Lasarte por unanimidad, por "ser el que mejor se integra con el entorno que lo rodea, propiciando una solución adaptada al entorno de la fábrica de hielo y del casco histórico de San Pedro. Se trata de un edificio autónomo que articula la unión entre la nueva ciudad y la histórica conformando la Plaza del Mar".
La nueva lonja costará 17,5 millones de euros, 1,5 más de lo inicialmente previsto. El proyecto básico deberá estar redactado en dos meses y el definitivo, antes de final de año, de modo que en el primer trimestre de 2011, según apuntó el presidente de la Autoridad Portuaria de Pasajes (APP), Miguel Buen, las obras de construcción puedan salir a licitación. La lonja, que se construirá por fases para no interrumpir su actividad, deberá terminarse en 2013.
La nueva lonja tendrá 15.900 metros cuadrados para la actividad comercial y concederá "importantes ventajas a sus usuarios, que dispondrán de una sola planta para efectuar las operaciones de carga y descarga, además de un parking de 150 plazas.
La intervención trata de resolver los usos comerciales del edificio (compra-venta de pescado) y, al mismo tiempo, abrirlo para el disfrute de los ciudadanos. Respecto al primer reto, los arquitectos señalan que han proyectado un «edificio funcional, con una distribución interior racional, sencilla y rigurosa». Además han convertido la cubierta de la nueva lonja en un jardín elevado. En palabras de los arquitectos, esta cubierta marca la ruta del paseante, «invitándole a disfrutar de un recorrido urbano que captura el paisaje y rescata la belleza, hasta ahora perdida, del lugar».
El cubo de la fábrica de hielo se convertirá en un «gran prisma de vidrio texturado». Los arquitectos indican que se pretende el uso de «una caligrafía arquitectónica sobria y depurada, dotando al edificio cabecera de una gran rotundidad, consiguiendo una pieza singular, emblemática y puntera, símbolo de la nueva y profunda regeneración urbana y portuaria». El cubo dispondrá de una cafetería y de un restaurante. Además, el área de subasta del pescado se podrá ver desde una zona acristalada.
Breve memoria de los propios arquitectos:
Las características del solar en el que se encuentra ubicada la Lonja, y su privilegiada relación con la bahía de Pasaia, hacen que el estudio del tamaño y la escala de la nueva edificación y la integración urbana del conjunto, hayan sido los factores determinantes a la hora de proyectar el nuevo edificio.
La ordenación resultante valora y respeta su emplazamiento, estableciendo una relación prioritaria con el entorno paisajístico vinculado a la bahía de Pasaia. Se ha buscado la integración máxima del nuevo edificio en su entorno urbano, utilizando como herramientas proyectuales ideas próximas a la arquitectura en el paisaje. Estas ideas permiten definir un espacio urbano de relación, un paseo peatonal público en la cubierta del edificio, elevado sobre la mar, que invita a su uso a los paseantes, como un episodio más en el recorrido del paseo marítimo que se propone desde Trintxerpe hasta “Puntas” en San Pedro, convirtiendo esta idea en la otra gran apuesta de la propuesta.
Un espacio urbano abierto, que incorpora al paisaje como su vínculo esencial. Un lugar que guarda con el medio una relación de equilibrio, respeto y armonía, e invita a un diálogo entre naturaleza y ciudad. Un jardín elevado, que envuelve a la cubierta “vistiéndola” con una nueva piel. Esta cubierta ajardinada marca el recorrido del paseante, invitándole a disfrutar de un paseo urbano que captra el paisaje y rescata la belleza, hasta ahora perdida, del lugar. Este planteamiento genera un nuevo equilibrio arquitectónico-urbanístico que creemos absolutamente necesario para esta zona de Pasaia.
La propuesta para el nuevo edificio de la Lonja devolverá al lugar los valores paisajísticos y medio ambientales que el actual edificio le ha tenido arrebatados, rompiendo definitivamente las barreras físicas y ambientales hoy existentes y planteando un nuevo modelo de convivencia urbana, en el que una explotación industrial es capaz de lograr, además de las instalaciones necesarias para garantizar la calidad del producto y la calidad laboral, un espacio de uso p&
uacute;blico con una identidad propia, un lugar capaz de prolongar la personalidad de Pasaia y plasmar los valores colectivos de sus habitantes, obteniendo un nuevo equilibrio socio-urbanístico, tan necesario para esta zona.
Ciudad: Pasajes/Pasaia
Agentes: Astigarraga y Lasarte Arquitectos
Agentes: Autoridad Portuaria de Pasajes
Agentes: Foreign Office Architects (FOA)
Agentes: Proes ingeniería y arquitectura
Agentes: Jon Montero
Agentes: Patxi Mangado
Agentes: Sertesa
Agentes: Juan Beldarrain
Agentes: Naiara Montero
Agentes: Ángel de la Hoz
Agentes: Asmatu
Agentes: Altair
Agentes: Ustaritz
Edificios: Lonja de San Pedro
Autoría de la imagen: Astigarraga y Lasarte Arquitectos