Tal y como publica "El Norte de Castilla", el depósito de locomotoras es el edificio más antiguo de la historia del ferrocarril en Valladolid que se conserva en pie. Diseñado por el francés Theophille Luc Ricour en 1863 albergará la mayor de las bibliotecas municipales de la ciudad que, con 60.000 volúmenes, duplicará en fondos a las ahora existentes.
El concurso para la rehabilitación de este inmueble ha sido de asistencia técnica para la redacción de un proyecto de ejecución, es decir, no consistió en un concurso de proyectos, sino en uno de curriculo en el que la selección se ha hecho en base a una “Memoria y metodología” de trabajo, que valoraba la experiencia en rehabilitación, además de los criterios y propuestas para abordar el Proyecto y el equipo técnico propuesto. El equipo dirigido por el arquitecto Primitivo González se encargará del desarrollo del proyecto.
El depósito perdió su utilidad en el año 1975,aunque fue uno de los principales centros de reparación y engrase de locomotoras en el norte de España. Su espacio ha servido desde entonces para múltiples eventualidades dentro del complejo ferroviario. Desde depósito almacén de piezas en deshuso, hasta aparcamiento. Pero su precario estado de conservación han aconsejado en los últimos años prohibir el paso en la zona, ya que su estructura amenaza ruina. Lo paradójico es que la parte más arruinada de este gran edificio es, precisamente, la más moderna. La estructura de 1863 se conserva relativamente bien, mientras que la levantada en los años cincuenta del siglo pasado en hormigón se considera irrecuperable. El arquitecto Primitivo González, bajo encargo de la sociedad Valladolid Alta Velocidad, llevará a cabo un estudio de los problemas de la edificación y el catálogo de soluciones para mantenerla en pie.
Junto a la operación se conservarán también algunas otras piezas, entre ellas dos de los depósitos de agua construidos en piedra, dos pequeñas construcciones junto a ellos y el dormitorio de maquinistas.
El uso de biblioteca está siendo barajado por la corporación municipal. En palabras de Primitivo González:
Estamos en el inicio del trabajo, primero tenemos que abordar el levantamiento gráfico del conjunto y la realización de un estudio de su estado y de las patologías que presenta la construcción, bastante deteriorada dado el tiempo que ha permanecido sin uso. A partir de ese momento haremos las propuestas con relación a su utilización y puesta en uso. A priori la propuesta formulada por el Alcalde de la ciudad coincide plenamente con nuestros planteamientos. Para que un edificio perviva lo más importante es encontrar un uso que garantice su puesta en valor más allá de su valor arqueológico. Una biblioteca es un uso continuado, que además creemos va bien a la estructura espacial del edificio. También creemos que dada la dimensión del conjunto, es posible que además se pueda disponer de espacios para usos menos determinados a priori y que puedan ser requeridos por la dinámica cultural de la ciudad. Todos conocemos magníficos ejemplos de edificios industriales abiertos a usos polivalentes, que les llenan nuevamente de vida, además de preservar sus valores.