Se ha de imaginar la escena: un estudiante le está diciendo a la persona que le acompaña, en el autobús: "hoy tengo noche de entrega". Y ahora hay que imaginar lo que pueden pensar otras personas que en el autobús no han podido evitar oír el comentario. Si no están esas personas en los asuntos de la arquitectura, si no son arquitectos ni tienen un familiar cercano arquitecto, con toda probabilidad lo que imaginan esas personas es… neta intimidad en cualquiera de las versiones imaginables. Sin embargo podríamos apostar a que la mayoría de las personas que ahora leen este editorial, arquitectos o cercanos a la arquitectura, no tienen ninguna duda: saben perfectamente que una "noche de entrega" tiene poco que ver con la intimidad y mucho con los hábitos de trabajo del estudiante… de arquitectura.
Pues es el caso que con los acontecimientos vigentes en el entorno profesional y académico de los arquitectos españoles, el contexto que se nos ha ido organizando alrededor, que incluye código técnico, recesión económica, caos urbanístico, colapso inmobiliario, ley omnibús, desconcierto bolonia, necesarias manifestaciones urgentes y elecciones a la presidencia del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos, posiblemente la sensación que podemos compartir, incluso quienes hace años que dejaron la condición de estudiantes, es la de estar involucrados en una colectiva y prolongada "noche de entrega".
La suma de asuntos que nos dicen y nos decimos que están pendientes termina por hacernos sentir como si tuviésemos todas las tareas por hacer y sólo nos quedase la última noche, la anterior a entregar un proyecto o un trabajo de urbanismo.
Eso no quiere decir que no se haya trabajado durante el curso. Sin duda, mucho. Pero… no hay más tiempo: tenemos por delante una "noche de entrega". ¿o no?
O, ¿porqué nos pasan estas cosas? Puede que, en buena parte, porque no nos habíamos dado cuenta de la fecha, del calendario, en la que andamos. Se nos ha ido pasando el curso, trabajando, estábamos con nuestras cosas. Pero tampoco se ha de excluir la posibilidad de que nos hayamos equivocado de semana y resulte que la entrega en realidad es dentro de quince días y queda suficiente tiempo. No sabemos con certeza. Hay muchas dudas: ¿Tenemos o no las tareas hechas? Quizás, colectivamente, el sentimiento que se está consolidando es mucho más concreto: el de no saber muy bien que está pasando, ni dónde poderlo averiguar. Eso nos hace, como arquitectos, como ciudadanos, como personas, muy vulnerables.
Lo más profundo de lo que está ocurriendo estos días seguramente va a ser la posibilidad misma del reencuentro, la certidumbre de verificar que hay más arquitectos, muchos y muchas, y que todos ellos están inquietos por saber de primera mano, por no depender de rumores ni de consignas. De ningún tipo.
Lo más profundo es la voluntad de ratificarse como arquitectos de una pieza, de no perder opciones frente a otros profesionales o arquitectos de otros países. Los estudiantes de Zaragoza lo han expresado muy sucintamente pero con enorme precisión: "Coincidimos en manifestar nuestra aspiración de una titulación como arquitectos que nos permita entrar en la competencia profesional en condiciones iguales a las de los arquitectos europeos y por lo tanto con las máximas categorías académica y profesional correspondientes. Así ha sido para las generaciones de arquitectos que nos han precedido y así pensamos debe ser en el futuro inmediato, en una tradición de arquitectura y arquitectos españoles de reconocido prestigio y categoría internacional.".
Mientras tanto, es privilegio de los tiempos y de la red, y para que no nos lo cuenten, podemos escuchar sin intermediarios a los cinco candidatos a la presidencia del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España en las alocuciones que hoy publicamos desde scalae.net en sus cinco respectivos podcasts. Podemos saber de qué modo diagnostican la situación actual y qué cuestiones plantean como prioritarias y necesarias para la arquitectura, para los arquitectos españoles y para la ciudadanía que recibe el trabajo y las propuestas de los arquitectos españoles. Y más: podemos plantear consultas directas para mejor saber si realmente es esto o no una "noche de entrega". Preguntemos y comentemos. Para eso sirve la utilidad de "comentarios" de los blogs y la posibilidad de colgar detrás de cada podcast las preguntas pertinentes. Hagámoslo. Las respuestas llegarán el 3 de noviembre, en el encuentro-debate del Círculo de Bellas Artes de Madrid que podremos seguir a través de la red, llegarán el día siguiente en que los 19 decanos consejeros decidirán quién y de qué modo habrá de terminar el proyecto que nos tiene con ojeras, y -ójala- en cada uno de los días de un 2010 algo más ordenado que este tremendo 2009 en el que nos volvamos a despertar como lo que éramos hasta ahora: arquitectos.
Hale, que aunque esta noche toca entrega y ya nos han dado la una, mañana sale el sol.
Félix Arranz, 22 de octubre de 2009