[scalae, serie «Argentina»]
Clorindo Testa dice que llegó a ser arquitecto por casualidad. Tras pasar por ingeniería naval y por ingeniería civil, empezó arquitectura y eso sí que le interesó. Para empezar, se pasó un primer año muy divertido, dibujando. Fue en ese momento cuando explica que “despertó”. Una vez acabó con la facultad, empezó a trabajar el Plan Regulador de la Ciudad de Buenos Aires. Tras esta primera experiencia laboral, se fue a Italia, donde conectó con la Academia Española. Y en 1951 volvió a Buenos Aires y ganó, junto a unos compañeros, el concurso de la Cámara de Comercio.
Clorindo Testa explica en esta conversación la convivencia entre la pintura y la arquitectura: ambas disciplinas las produce del mismo modo y le exigen de sí mismo, y de las dos obtiene el placer de representar la realidad.