Apuntes sobre los dobles espacios y alturas, el vértigo, el vacío y los que se quedaron en blanco
Síntomas y diagnósticos de un cambio XXII
por Félix Arranz
¿Qué es un doble espacio? Según la profesora Mariana Estevam, las páginas se dividen en renglones, que a su vez son espacios determinados, según el tamaño del texto. «Un espacio» quiere decir que la separación -los ‘blancos’- entre línea y línea de texto será la mínima como para que las letras de arriba y abajo no se superpongan, así que cuando se usa doble espacio quiere decir que en lugar de poner una línea más de texto, la segunda va en blanco. Por fin, resuelto: es asunto de mecanografía.
Se agolpan en la memoria la cantidad de «dobles espacios» que habremos comentado y oído comentar en tantas y tantas correcciones de proyectos, en diferentes escuelas de arquitectura. Resulta que confundíamos los términos de la mecanografía con los de la arquitectura, porque en arquitectura… ¿Es posible un doble espacio?. Quizás una doble altura, si, pero un doble espacio parece algo improbable. Menuda confusión colectiva. Vaya.
Y así, mirando hacia arriba en la doble altura temporal que nos separa de Enero, ahora que hemos recordado que el espacio en arquitectura es uno y difícilmente puede ser doble, acontence una incógnita terrible: ¿Hay alguien ahí arrriba?
Porque resulta que los consejeros del CSCAE acaban de elegir como nuevo presidente del Consejo a Jordi Ludevid y leemos que será en Enero cuando empiece sus funciones, cuando se proponga la persona para la secretaría del Consejo, cuando se articule el equipo próximo de gobierno colegial, etc. Y hasta entonces… ¿qué?
Precisamente ahora es cuando se han destapado todas las cajas de pandora y bolonias, grados y masters, códigos técnicos, leyes omnibús, visado, consenso profesional, coordinación de escuelas, vuelan alborotados buscando donde apoyarse. No es tiempo de estar cansados, ni de mudanzas, ni de confiar en la propia suerte de colegios y escuelas.
Quizás lo hermoso de la reciente campaña electoral ha sido, en una parte, ver cómo los candidatos se han esforzado en explicar la situación y el contexto de manera comprensible y, también, el modo en que se han acercado a todas las capas profesionales, incluida la de los todavía nonatos arquitectos: los estudiantes de arquitectura. Todos movilizados y con conocimiento de causa. Los candidatos nos han mostrado la urgencia y oportunidad del momento y, claro, no nos podemos conformar ahora con… el vacío, que es como una doble altura sin suelo, sin techo, con frío y a lo bruto. ¿O eso es el vértigo?.
Señores consejeros, presidente actual Carlos Hernández Pezzi y presidente próximo Jordi Ludevid, excandidatos, decana de Madrid, Paloma Sobrini, arquitectos españoles…no aflojemos por favor, que justo a fin de año caen las leyes como chuzos de punta y, bien al contrario de los tiempos recientes y ya pasados, es situación para mostrar todo aquello en lo que como arquitectos estamos de acuerdo y afecta a la seguridad de los ciudadanos. Siga la didáctica, abordad coordinados la información y ejemplos de porqué el CTE no apunta bien, porqué el visado es el problema pero puede ser la solución, quizás con otro nombre, y porqué el ejercicio competente de la responsabilidad requiere una formación completa y del máximo nivel, sin fisuras. Ahora es cuando queremos ver los rostros y las declaraciones, coordinadas, en la prensa, frente a los responsables de los ministerios. Lo mismo sirve para las agrupaciones de delegaciones de estudiantes.
Algunos editoriales atrás recordábamos la agitación social de 1929, cuando «A raíz de lamentables sucesos de todos conocidos, se nombró una Comisión integrada por elementos técnicos profesionales, Cámara de la Propiedad Urbana, patronos y obreros, que en 5 de enero de 1929 emitió informe referente a múltiples aspectos del problema de la construcción, y entre particulares, propuso la colegiación obligatoria de los arquitectos para el ejercicio de la profesión». A ver si va a resultar que la doble altura, el espacio, el vértigo y el vacío son lo mismo, pero a condición de que sea la ciudadanía quien lo entienda, explique y defienda. Pero para eso no será necesario que se desplomen los balcones, ni esperar a la primavera, ni tener que preguntar si quien te firma el proyecto, quien te va a operar es médico, enfermero o alguien que pasaba por ahí ¿cierto?.
No nos quedemos, entonces, en blanco, salgamos del doble espacio.