El profesor, investigador, historiador, diseñador y arquitecto Dr. Estévez, anfitrión dedicado donde los haya, brinda la solución de entrada al acuario con un trabajado(r) pez alfombra… de césped. Como las alfombrillas que saludan y, humildemente, ofrecen su superficie para entrar limpios en las casas de quienes nos convidan a compartir.
Este pez, seguramente procedente en origen de alguna de las terrazas del ensanche barcelonés que Alberto Estévez propuso -hace una eternidad- convertir en parque contínuo, se remata con un ojo colorado ‘a la virulé’.
Nuestro pez es fajador… la vida es dura, y al ojo habrá que darle arnica y a seguir, que son dos días. Seguro que el que se lo puso así tiene sus dos ojos, cuando menos, peor… conociendo al pescador…