La ballena imantada tenía miedo de sacar fuera toda el agua del acuario cuando ella entrase, así que decidió ponerse a dieta. Muchos peces le dicen que se ha quedado en los huesos.
A ella lo que realmente le gusta es nadar por aguas desconocidas donde escucha conversaciones que no entiende y los mapas se reorganizan y se transforman en otras cosas más bellas, como hace Mathew Cusick.
la ballena imantada
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