VIPez nos mira. Casi inmóvil.
A pesar de olvidar en cada instante el porqué de su existencia,
nos observa fijamente a través del cristal,
Siempre buscando traspasar la frontera entre su mundo y el nuestro.
Observándonos siempre de frente,
VIPez así parece reclamar interminablemente que él tiene derecho a pasar,
no sabe por qué, lo ha olvidado, pero VIPez insiste!
..Que él es un VIPez! Y por tanto no cesará en reivindicar
que le corresponde el privilegio de entrada, ¿o de salida?… Lo ha olvidado.