[ESPAÑOL] [Josep Ferrando para scalae]
sobre los mecanismos escalares y matéricos de la geometría en la obra de MBM Arquitectes…
Philip Drew en su libro “La realidad del espacio” hace uso de la disposición de la torre y la iglesia de Sant Climent de Taüll para definir la arquitectura catalana a través de “la rauxa i el seny” como una combinación de sensualidad y de realismo.
La arquitectura de MBM es decididamente racional y de una intensa identificación con el contexto a través de la escala y el material. Pero su arquitectura también introduce un elemento de juego escultural, la diagonal. Este trazado es una característica constante en su obra y, por su condición dinámica, define edificios fragmentados en unidades menores que minimizan el volumen percibido adecuándolo a las dimensiones de su entorno.
Cuatro proyectos servirán de ejemplos prácticos para acompañar este escrito, fijando nuestra mirada en la escala, la materialidad y la luz.
Manzana Pallars, Barcelona (1958-59)
Escala: La repetición de cuatro crujías estándar de 14 m de ancho evita la posible monotonía de una fachada de más de 100 m realizada de un solo gesto. La geometría del módulo de agregación en forma de “V” acompaña la pendiente de la cubierta y otorga al conjunto una lectura de repetición de pequeñas torres separadas por la junta de sombra donde se ubica la escalera.
Materialidad: El elevado interés social por la vivienda obrera durante ese periodo arquitectónico, motivó el uso de materiales y métodos constructivos absolutamente tradicionales en Cataluña frente a soluciones constructivas que correspondieran a un grado elevado de desarrollo industrial. Una arquitectura de ladrillo, continua y uniforme, repetitiva.
Luz: Un único gesto expresivo, la citada inflexión de la fachada, se apoya en la luz para modelar de forma heterogénea el edificio a lo largo del día.
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La Fábrica Piher, Badalona (1959)
Escala: La adición de 5 crujías de 10 m de luz y 35 m de longitud constituyen una imagen sistemática de la fábrica en contraposición a una imagen acotada y finita. La relación de medidas relativas entre fachada y cubierta minimiza la percepción de altura y longitud de la fábrica.
Materialidad: La estructura mixta de hormigón armado y hierro laminado está constituida por unos pies derechos y unas riostras de hormigón armado como soporte de las cerchas metálicas de la cubierta. El cerramiento en fachada alterna muros ciegos de ladrillo visto y mamparas transparentes de ventanales de hormigón.
Luz: La iluminación durante el día queda resuelta por la marcada inclinación de los tejados que proporcionan luz uniforme de norte a través de los lucernarios de verondulit; y durante la noche por una red homogénea de fluorescentes. La fachada facetada de luz y sombra da esbeltez al conjunto
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Hotel Meliá en Puerto Vallarta (1987-1990)
Escala: Una sala de 4000 m2 divididos en 49 módulos de 8,25 x 8,25 x 8,25 m minimiza la dimensión del vestíbulo de forma similar a la mezquita de Córdoba. Encontramos dos tipos de unidades: 9 módulos filtran la luz y dibujan una alfombra cenital entre los restantes 40 módulos opacos que la rodean.
Materialidad: Cada uno de los módulos está coronado por una pirámide de hormigón que trabaja como captador de brisa. El uso de la teja cerámica en cubierta acerca el lenguaje del proyecto al estilo colonial de la zona.
Luz: Esta cubierta representa un ejercicio en la filtración y reflejo de la luz, evitando sus excesos con los grandes captadores de luz, a modo de chimeneas, sobre las extensas áreas del vestíbulo. Los 9 módulos de policarbonato delimitan un vestíbulo de luz dentro del acceso general.
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Escuela Municipal de Vela, Barcelona (1992)
Escala: Un conjunto formado por 24 pirámides configura una plaza cubierta como articulación entre la linealidad del paseo elevado y la fragmentación del rompeolas.
Materialidad: El edificio está formado por dos cuerpos, con fachadas blancas y brillantes que ceden al color la materialidad del proyecto. Este juego de volúmenes blancos frente al horizonte del mar expresa un punto fundamental de la composición de la fachada marítima de Barcelona.
Luz: El módulo piramidal resuelve a la vez los problemas de ventilación permanente y los de protección contra el agua. Pero sobretodo atiende al diálogo con la luz que desliza en su interior y que matiza el exterior.
El arquitecto Eduardo de Miguel comenta de forma ejemplar la relación entre arquitectura y luz a través de las siguientes palabras: “La arquitectura tiene el privilegio y la responsabilidad de acompañar a la luz en su último trayecto, le ayuda a morir dignamente”.
Estas cuatro obras y otros tantos proyectos de MBM representan una arquitectura donde la geometría dicta el orden y la pauta en la construcción de la materia y la luz hasta el desvanecimiento de esta, o -si se prefiere y retomando el hilo de Drew- del realismo y la sensualidad, del «seny i rauxa».
Agentes: Oriol Bohigas
Agentes: MBM (Martorell, Bohigas, Mackay)
Autoría de la imagen: Josep Ferrando