Cuentan los habitantes de Lake Shore Drive que algunas noches un pez de grandes dimensiones se manifiesta en sus livianas fachadas de vidrio, ¿se trata de la mascota del arquitecto? Quizá nunca lleguemos a saberlo, lo que está claro es que a los vecinos no les gusta que su edificio se convierta en una gran pecera.
Autor: Manuel Solanas Inogés