Con 17 años Tomás Díaz Magro montó su primer negocio: una fábrica de lámparas. Desde entonces, y posiblemente desde antes, siempre ha estado Tomás innovando, proponiendo, trabajando, derivando, en las fronteras que se entrecruzan en diseño, mobiliario, industria, interiorismo, integración de sistemas… arquitecturas. En la conversación, registrada en la Zona de Expertos de Madrid, algo así como un Centro de Enlace de empresas y expertos de la construcción, el renacentista Díaz Magro relata la cadena de experiencias personales, empresariales y profesionales que desde aquella primera fábrica, con los eslabones de premios europeos y españoles de diseño, en ocasiones con su hermano Salvador, posteriormente con Arnaldo Bassadona, llevan a constituir un perfil singular, necesario, de alguien que detectó desde muy muy joven que «el diseñador no trabaja para vincular los objetos con la arquitectura y la construcción… sino que trabajan para envolverla». Siendo así, el suelo es importante y de ese modo, desde ese plano, articula Tomás su tránsito, aspiraciones y soluciones: TDM y, ahora colectivamente, Ze.
Tomas Díaz Magro: envolvente pluriartesanía industrial del XXI
17 de noviembre de 2008