[pensión] Del lat. pensio, -ōnis 'paga'. 1. f. Cantidad periódica, temporal o vitalicia, que la seguridad social paga por razón de jubilación, viudedad, orfandad o incapacidad. Sin.: jubilación, retiro, subsidio, paga. 2. f. Auxilio pecuniario que bajo ciertas condiciones se concede para estimular o ampliar estudios o conocimientos científicos, artísticos o literarios. 3. f. Renta o canon anual que perpetua o temporalmente se impone sobre una finca. 4. f. Casa donde se reciben huéspedes mediante precio convenido. Sin.: fonda, pupilaje, hostal, hospedería, posada. 5. f. Precio de la pensión. 6. f. Chile, Col. y Pan. pena (‖ sentimiento de tristeza). Sin.:pena. 7. f. Méx. Establecimiento en que se pueden estacionar automóviles mediante un pago mensual. 8. f. p. us. Trabajo, mol estia o cuidado que lleva consigo la posesión o goce de algo.
Diccionario de la Lengua Española, RAE
De acuerdo, es labor propia de los representantes corporativos, colegios y consejos superiores en el caso de los profesionales, defender los intereses de las personas colegiadas. Y entre esos intereses, de manera fundamental, reclamar el sistema de pensiones, salud y seguridad social que les corresponde.
No tan de acuerdo, con esa intención -atender pensiones, salud y seguridad social- se crearon desde el tejido corporativo, en los años '40, mutuas de élites, alternativas al régimen general, obligatorias para profesionales, como la Hermandad Nacional de Arquitectos o las mutuas de la abogacía. Pero las cosas no salieron como estaba previsto, la demografía jugó una mala pasada y a finales de los '90 se sacrificó el 90% de las contribuciones de las personas colegiadas a fin de garantizar las pensiones ya activas en ese momento. A cambio se ofreció -de acuerdo con la administración del estado- a las personas afectadas pasarse al régimen general, RETA (a riesgo de perder definitivamente el 10% restante de lo aportado a la mutua) o bien mantenerse en el sistema alternativo de la mutua con la promesa, garantía consolidada se denominó, de una futura pensión digna, en el peor de los casos siempre por encima de la del régimen general. En ese momento las mutuas salieron del mundo corporativo para reciclarse como agentes externos, de mercado, aunque todavía alternativos al régimen general. En ese momento se pusieron las bases de lo que hoy oteamos como futuro miserable para la vejez de miles de profesionales. En ese momento se inició la demolición del sistema alternativo, ahora anunciada como inminente, en su fase terminal. Cuidado, demolición del sistema alternativo, pero no de las mutuas a las que no podemos sino desear larga y beneficiosa vida, incluso para nuestros ahorros, si con ello salen beneficiados.
En desacuerdo, llegados al dia de hoy en el que primero a cientos y de inmediato a miles, despertamos de un sueño absurdo en el que alguien supuestamente cuidaba nuestras espaldas... mientras en su vigilia desangraba para su propia supervivencia y sustento empresarial lo que nos solicitaba como mínimo para garantizar nuestro futuro siendo que en realidad lo que garantizaba son unas cuotas desmesuradas de un seguro de vida que muchos ignoran tener contratado, a restar de las aparentes contribuciones del mutante y opaco SPP. Por ese desacuerdo es momento de sumarse al trabajo de nuestros representantes corporativos, de arquitectos y abogados, y contribuir, cuando menos, como masa crítica en el reclamar a la administración del estado una solución tan equitativa como la que en los últimos años se ha resuelto para colectivos como los de notarios, asistentes de hogar, becarios o -se prepara- deportistas de élite. A todos esos colectivos se les felicita por obtener algo que es justo, constitucional y se les invita a, con nosotros, alzar la voz, hacer de la grada el campo de juego, por una sencilla razón: no nos podemos permitir el futuro que se nos ha preparado.
¡Ah! ¿No lo sabías?, ¿sigues en el sueño letal? Por favor, despierta, escucha el despertador en el comunicado de Javier Mancilla, a la sazón presidente de la Asociación Nacional de Mutualistas Arquitectos, que suma eficacia y palabra a la labor prudente y paciente de nuestros representantes oficiales. Conoce escuchando su relato las razones por las que tener la opción de una pasarela 1x1 al RETA es lo que, incluso como generación permanentemente sacrificada, por justicia se merece y toca. Y, si lo ves claro, súmate a la reclamación participando en la propuesta de ANMARQ.
Félix Arranz Arquitecto y editor de SCALAE
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