Los arquitectos Patricia Muñiz y Luciano G. Alfaya, tres años después de ganar el concurso nacional, han visto como por fin, su obra puede ser usada por los valdeorreses.
17 de abril de 2010

Han pasado tres años desde que Patricia Muñiz Nuñez y Luciano González (MMASA Arquitectos), ganasen el primer premio del concurso nacional para realizar el Nuevo Juzgado del Barco de Valdeorras (Ourense). 15 meses de obras después, el pasado viernes se tenía lugar en un acto político, la inauguración oficial del edificio de nueva planta, con 2075 m2 repartidos en tres plantas destinadas a oficinas judiciales y dos destinadas a otros usos complementarios. En estas, se sitúan las dos salas de vistas, el registro civil y los servicios de apoyo para el funcionamiento del edificio.

 
Memoria descriptiva:

Se trata de un edificio moldeado que a través de sus pliegues realiza un constante ejercicio de adecuación a su uso y al contexto urbano que ocupa. Consecuencia de estas decisiones son los múltiples quiebros del interior de las oficinas judiciales, que establecen un diálogo permanente entre las demandas de espacio de cada una de las estancias. Y el quiebro del paramento vertical en la fachada, que sugiere el camino hacia el acceso principal del edificio, que se sitúa en la parte más tensa del volumen, en el encuentro de sus dos alzados principales.      

La fachada incrementa su número de huecos de manera progresiva hacia las plantas inferiores al entender que la entrada de luz será menor en estas zonas y, por tanto, se hace necesario ampliar la superficie de iluminación. De forma complementaria se opta por la variación cromática de los paneles de recubrimiento de modo que en las plantas comunes se utiliza un color oscuro para ir diluyéndose de modo gradual en cada una de las oficinas judiciales superiores.

Las salas de vistas, situadas en un volumen posterior de menor altura, tienen una doble altura en su acceso como hecho referencial dentro del edificio. En el interior, con un acabado de madera, se combina la iluminación artificial con un gran lucernario central que separa visualmente la zona de público y acusados del áreas de jueces y abogados.

El amplio espacio de entrada sirve de distribuidor para las máximas concentraciones de gente mientras el resto de las paredes del edificio van, progresivamente, adaptándose a las necesidades de uso de cada una de las estancias. De ese modo, las oficinas judiciales incorporan un espacio inicial de espera y relación para quebrar su paredes a medida que se avanza hacia el despacho del juez.  Estas secuencias servirán como comprensión indirecta del grado de privacidad de cada estancia. En los techos, el control lumínico de los espacios de circulación refuerza estas sensaciones mientras los espacios de trabajo, con una morfología más habitual, tienen la iluminación más adecuada para su uso (controlada por sensores lumínicos).

Memoria constructiva:

Constructivamente, sobre una cimentación y sótano realizados en hormigón, la parte sobre rasante se resuelve mediante vigas y pilares metálicos. Se logran así luces estructurales y la reducción de espesor de los forjados, para garantizar la cabida a los sistemas de iluminación, climatización y renovación de aire necesarios en un edificio de estas características y garantizando una altura libre adecuada. Posteriormente, se recubre con una fachada resuelta en dos materiales -pizarra y aluminio- pero en ambos casos transventilada.

Las caras más públicas del edificio se resuelven mediante una hoja exterior de paneles de composite de aluminio, diseñados específicamente para este edificio con el fin de conseguir la imagen icónica planteada durante el concurso. Con una colocación sencilla, suponen la traslación al exterior de las tensiones espaciales que suceden en el interior de los Juzgados. Para la fachada posterior, al igual que para el cuerpo de la escalera principal, se optó por una hoja exterior de pizarra negra como referencia al material predominante en la zona. Se trata de una piel continua, transventilada, que en su espacio central se desplaza para permitir una mayor entrada de luz natural a los espacios de espera en las oficinas judiciales.

En el desarrollo del proyecto han colaborado de alguna u otra forma todos los que han pasado por el estudio durante estos dos últimos años, pero Patricia y Luciano, agradecen especialmente la contribución de Cesar Escudero, Roberto Alvarez, Anita Arbones, David de Miguel, Maria Lopez y Ana Salgado.

País: España
Ciudad: Ourense
Ciudad: O Barco de Valdeorras
Agentes: Patricia Muñiz Nuñez
Agentes: Luciano González Alfaya
Agentes: mmasa
Edificios: Nuevos Juzgados en el Barco de Valdeorras
Autoría de la imagen: mmasa